Octubre es el mes dedicado a la concientización sobre el cáncer de mama. Hemos escrito varios blogs al respecto, revisando genes, datos importantes e incluso aspectos de la dieta. En esta ocasión, nos centraremos en una parte poco explorada: el cáncer de mama en hombres. Aunque esta patología está altamente relacionada con las mujeres, siendo la mayor causa de muerte por cáncer en este grupo poblacional, un pequeño grupo de hombres también la desarrolla. Poco se habla de ellos, así que revisemos el cáncer de mama en hombres.
¿Le puede dar cáncer de mama a un hombre?
Las mamas son una parte del cuerpo altamente asociada con lo femenino. Sin embargo, contrario a lo que se podría pensar, los hombres también tienen tejido mamario, aunque no está desarrollado. No obstante, con elevados niveles de hormonas femeninas, como el estrógeno, las mamas de los hombres comienzan a desarrollarse. Por ejemplo, la obesidad en hombres provoca el crecimiento de las mamas debido al aumento de los niveles de estrógeno causado por el exceso de grasa. Otras hormonas incluso pueden inducir la lactancia en hombres. El exceso de prolactina, una hormona producida en el cerebro, no solo favorece el desarrollo de las mamas, sino que también puede causar galactorrea, una condición donde se produce leche sin la necesidad de un embarazo.
Dado que los hombres tienen tejido mamario, también pueden desarrollar cáncer de mama. Sin embargo, en ellos, es un cáncer muy raro. De todos los casos de cáncer de mama reportados en el mundo, solo el 1% ocurre en hombres. Este bajo porcentaje se debe a varios mecanismos fisiológicos que protegen a los hombres de desarrollar esta enfermedad.
Los hombres no desarrollan mamas, aunque poseen tejido mamario. Los cambios hormonales permiten que las mamas masculinas se desarrollen, aumentando el riesgo de cáncer de mama.
¿Por qué hay tan pocos casos de cáncer de mama en hombres?
Aunque los hombres tienen tejido mamario, el cáncer de mama es raro en ellos, debido a ciertas diferencias en la fisiología masculina. El tejido mamario está influenciado por los cambios hormonales asociados a la fisiología femenina. Los picos de estrógeno y progesterona, ocasionados por el ciclo menstrual, actúan sobre este tejido. Durante el ciclo menstrual, los picos de estrógeno y progesterona actúan sobre el tejido mamario. Cada ciclo es una oportunidad para concebir, y el cuerpo se prepara para ello. Durante la ovulación, se produce un pico de estrógeno, que engrosa el endometrio, la parte del útero donde se implanta el cigoto y se desarrolla el bebé. Esta hormona también estimula a las células glandulares del tejido mamario a dividirse en preparación para un posible embarazo. Si no se concibe, los niveles de estrógeno y progesterona caen, ocurre la regla y el tejido mamario regresa a su estado original. Los hombres, al no experimentar estos cambios hormonales, cuentan con una mayor protección contra el cáncer de mama, ya que las células glandulares mamarias no se dividen continuamente.
Otro factor que protege a los hombres del cáncer de mama es de origen genético. Los genes BRCA están altamente asociados al cáncer de mama hereditario. BRCA1 y BRCA2 son dos genes de supresión tumoral, que desempeñan la crucial tarea de detener la división y proliferación celular. Estos genes son esenciales para mantener el orden de las células y evitar que se salgan de control y comiencen a dividirse. Sin embargo, cuando estos genes mutan, pierden la capacidad de frenar la división celular, permitiendo que las células se reproduzcan sin control. En las mujeres, es más común observar la mutación de los genes BRCA, mientras que los hombres rara vez presentan alteraciones en estos genes.
Las hormonas femeninas favorecen la división celular en las mamas y aumentan el riesgo de que alguna pierda el control.
El cáncer de mama en hombres
El cáncer de mama en hombres es raro, y, muchas veces, es el resultado de otra enfermedad. Varios síndromes genéticos aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Uno de ellos es el síndrome de Li-Fraumeni, causado por la mutación del gen p53, un gen increíblemente importante, que incluso se ha denominado “el gen anticáncer". El p53 es similar a los genes BRCA, también un gen supresor de tumores, pero tiene un rol más extenso. Este gen mantiene la estabilidad del ADN y apoya a su reparación cuando está dañado. Además, es capaz de detectar células dañadas, detener su reproducción y provocar su muerte a través de un proceso llamado apoptosis (suicidio celular). El síndrome de Li-Fraumeni promueve la aparición de diversos tipos de cáncer, como el cáncer de mama, sarcoma (cáncer de músculo) y leucemia (cáncer de la sangre).
Otro síndrome que favorece la aparición de cáncer de mama es el síndrome de Cowden, causado por la mutación del gen PTEN. Este gen regula la apoptosis y el ciclo celular. La apoptosis es una de las formas en las que el cuerpo controla a las células. Las células dañadas, mutadas o infectadas pueden iniciar el sistema de apoptosis para suicidarse, evitando así mayores riesgos para el organismo. Para que el sistema de apoptosis funcione correctamente, se requieren varios genes, y PTEN es uno de ellos. El síndrome de Cowden aumenta la probabilidad de desarrollar tumores benignos, como lipomas, tricolemomas (tumor del vello), hamartomas (tumores benignos y desorganizados que pueden salir en cualquier órgano). Sin embargo, también aumenta el riesgo de ciertos cánceres, como el de mama, colon y tiroides.
Finalmente, el síndrome de Klinefelter también aumenta el riesgo de cáncer de mama en hombres. A diferencia de los dos otros síndromes mencionados, el síndrome de Klinefelter ocurre solamente en varones. Este síndrome genético es el resultado de una aneuploidía (número incorrecto de cromosomas), donde un niño hereda más de un cromosoma X. Por lo general, un niño tiene un cromosoma X y uno Y, es decir, es XY. No obstante, los niños con síndrome de Klinefelter pueden heredar más copias del cromosoma X, resultando en configuraciones como XXY, XXXY o incluso XXXXY. Este síndrome puede pasar desapercibido en la infancia, ya que no suele causar muchos síntomas. La mayoría de los diagnósticos se realizan en la adolescencia, cuando se presenta pubertad tardía, y algunos no lo descubren hasta la adultez debido a la infertilidad. Este síndrome puede aumentar el riesgo de cáncer de mama debido a un desequilibrio hormonal, ya que los hombres, a partir de la pubertad, suelen presentar niveles más altos de estrógeno que de testosterona. Puedes aprender más de este síndrome aquí.
Los genes supresores de tumores, como BRCA, p53 y PTEN, previenen que las células se salgan de control, deteniendo su reproducción y forzando la apoptosis.
Otras patologías que pueden favorecer la aparición de cáncer de mama en hombres incluyen la obesidad, ya que esta condición aumenta la cantidad de estrógeno en el cuerpo. También los trastornos hormonales relacionados con la tiroides pueden elevar los niveles de estrógeno. Además, el uso de medicamentos que contienen estrógeno incrementa la probabilidad de desarrollar cáncer de mama. Por último, los bajos niveles de testosterona también están asociados con un mayor riesgo de esta enfermedad.
La importancia de la genética en el cáncer de mama en hombres
La genética juega un rol importante en los casos de cáncer de mama en hombres. Gran parte de estos casos se asocia con otros síndromes genéticos que afectan los mecanismos de seguridad que impiden que las células pierdan el control. En Trueonco, la línea de oncogenética de Nanolab, encontrarás pruebas genéticas para cáncer heredable que analizan genes relacionados con la enfermedad, como el gen PTEN, que causa el síndrome de Cowden, y el gen p53, asociado con el síndrome de Li-Fraumeni. Además, la prueba de cáncer heredable también evalúa los genes BRCA, que, aunque es raro que estén mutados en hombres, siguen siendo una posibilidad. Para el síndrome de Klinefelter, se realiza un cariotipo molecular para identificar la presencia de cromosomas X adicionales. Este síndrome no presenta alteraciones en los genes asociados al cáncer, pero puede contribuir a su desarrollo debido a cambios hormonales.
Trueonco también ofrece pruebas para el cáncer esporádico, en las que se analizan las mutaciones presentes en las células tumorales. A medida que las células de un tumor se descontrolan, pierden su estabilidad genómica y su ADN comienza a mutar. Identificar las mutaciones específicas de un tumor permite formular pronósticos más precisos y seleccionar tratamientos personalizados. Esto es especialmente relevante en el cáncer de mama, ya que, dependiendo de su estado genético y la expresión de proteínas, se eligen diferentes enfoques de tratamiento.
Aunque el cáncer de mama en hombres es raro, puede ocurrir. Las pruebas genéticas no solo ayudan en la selección de tratamientos, sino que también permiten identificar otras anomalías genéticas que pueden promover el cáncer de mama.
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