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VPH, el virus que te puede generar cáncer de cérvix y la vacuna que puede prevenirlo



En México, y gran parte del mundo, el cáncer más común en mujeres es el cáncer de mama, pero hoy no trataremos este cáncer. En su lugar, trataremos a otro temible competidor, al segundo cáncer más frecuente, el cáncer de cuello uterino o de cérvix. Este cáncer es increíblemente frecuente y no debería serlo. El cáncer de cérvix tiene una peculiaridad, es causado por un virus y no por nuestras propias células. El virus culpable se llama virus del papiloma humano o VPH. Este microbio tiene una vacuna, por lo que, en teoría, debería ser un problema menos común de lo que actualmente es. Sin embargo, aquí estamos, discerniendo sobre el segundo cáncer más común en México, el cual es prevenible. Así que embarquemos y descubramos un poco sobre esta enfermedad. Veamos qué es el VPH, cómo causa cáncer y qué podemos hacer.


Antes de explorar más sobre el tema, es necesario conocerse mejor a sí misma o, si eres hombre, conocer mejor la anatomía y fisiología femenina. El cérvix es parte del útero. Este órgano es el “coco” de muchas porque es lo que causa, en gran parte, la menstruación y el dolor que le acompaña. El útero se compone de tres capas. La primera se llama endometrio y es la capa que sale durante la menstruación, el endometrio tiene tantos vasos que la menstruación se compone de sangre además de células endometriales, pero parece que sólo es sangre. El trabajo de esta capa es permitir la implantación de un óvulo fecundado y cuando éste no está presente, se tira y se menstrua. La segunda capa se llama miometrio y es la que más espacio ocupa. El miometrio está compuesto de músculo liso (es diferente al músculo esquelético, que es el que podemos mover a voluntad) y es el que causa los dolores en la menstruación, ya que como buen músculo, es capaz de dar calambres. El trabajo del miometrio es, al final del embarazo, poder sacar a un bebé usando fuerza muscular. Finalmente, existe el perimetrio, que es una delgada capa de células que secreta un líquido que evita la fricción cuando el útero se mueve por la cavidad pélvica, lugar donde habita gran parte del sistema reproductor femenino. Así mismo, el útero se divide en tres áreas. El fondo, que es la parte más profunda y cercana a las trompas de Falopio, y es el lugar a donde llega el óvulo. Luego está la cavidad uterina, que es la parte más ancha y espaciosa, y es el lugar donde se implanta un embrión durante el embarazo. Finalmente, está el cérvix, que conecta a la cavidad uterina con la vagina y forma parte del canal de parto al dilatarse hasta 10 cm.



El útero tiene forma de pera invertida. La base sería el fondo y la parte del triángulo de color rosa intenso, la cavidad. El cérvix está señalado y el endometrio también. El miometrio sería la zona en coloración rosa tenue. El perimetrio es una delicada y fina capa que cubre al útero, puedes pensarla como el contorno.


Dado que el cérvix da hacia la vagina, es propenso a infectarse con enfermedades de transmisión sexual. De especial importancia es el VPH, que no es un solo virus, sino una familia de diferentes virus. Hemos identificado más de 100 VPH diferentes y aunque puedes perder un poco la fe, no todos son agentes cancerígenos. Por ejemplo, el VPH-1 y VPH-6 causan verrugas en las palmas de los pies o manos, mejor conocidas como ojos de pescado. Se reporta que sólo 15 de los 100 VPH son cancerígenos. Sin embargo, sólo dos causan alrededor del 70% de cánceres cervicales. El VPH-16 causa 60% y el VPH-18 causa el otro 10% de cánceres cervicales. El resto está repartido entre los otros 13 VPH cancerígenos. Ahora bien, cómo causa un virus cáncer. Al tener relaciones sexuales sin protección de barrera (condón) es posible infectarse con este virus.


El cérvix está formado por 3 capas de células, la exterior llamada ectocérvix, que tiene unas células escamosas que protegen; la media llamada zona de transición y una capa basal. La capa basal tiene la tarea de formar nuevas células escamosas y en la zona de transición se aplanan las nuevas células para volverse algo similar a un escudo. El VPH no tiene la capacidad de infectar a las células escamosas, pero durante una relación sexual, es probable que haya micro-heridas. Entonces el VPH puede deslizarse y llegar a la capa más profunda, la capa basal, e infectar a las células madre. El virus se aloja dentro de la célula basal y empieza a vivir en ella “sin pagar renta”. El virus espera a que la célula basal haga una célula hija, que pasa a la zona de transición para volverse una célula escamosa de protección. Cuando la célula basal hace una hija, el virus se muda e infecta a la célula escamosa inmadura (puedes pensarla como una célula bebé) y causa un problema con el ciclo celular.



El VPH es una pelotita llena de ADN que necesita secuestrar la maquinaria de tus células para reproducirse y en el proceso saca a las células de control.


El ciclo celular es la forma en la que las células crecen y maduran. Igual que nosotras que pasamos de bebé a niña y de adolescente a adulta, las células tienen sus etapas. La primera se llama G1, aquí la célula crece en tamaño. Le sigue la etapa S, donde la célula hace una copia de su ADN. La tercera etapa se llama G2 y prepara a la célula para reproducirse, igual que la adolescencia. Finalmente, está la fase M, donde la célula se reproduce y forma una célula hija. Este ciclo está altamente controlado porque si una célula se sale de control puede formar un cáncer. Otra cosa que debes saber es que no todas las células pasan todas las etapas. Las células escamosas inmaduras deben detenerse en G1, no se deben reproducir. La reproducción es tarea de la célula basal. Sin embargo, el VPH, como un novio tóxico, quiere reproducirse y necesita ayuda de la célula para lograrlo, así que le dice a la célula escamosasí, reprodúcete”. El VPH hace que las células escamosas inmaduras se salgan de control y empiecen a reproducirse, aun cuando no deberían. Esto lo logra gracias a dos proteínas llamadas E6 y E7, que inactivan mecanismos de seguridad del ciclo celular. Al “apagar” estos mecanismos, la célula se reproduce sin control. Con el tiempo las células se vuelven aberrantes, ya no maduran y se vuelven un cáncer con capacidad de invadir otros tejidos.



La vacuna contra el VPH es de las mejores herramientas para protegerse del cáncer cervical.


Existen dos grandes problemas con esta enfermedad de transmisión sexual. El primero es que la mujer puede jamás enterarse de que se infectó porque la infección de VPH no da síntomas. En segundo lugar, el cáncer no suele molestar hasta que ya está muy avanzado. Por lo tanto, es un problema silencioso. ¿Qué podemos hacer para ayudarnos? Lo primero es vacunación. Existen tres vacunas contra el VPH, la 9 valente, la 4 valente y la bivalente. Todas protegen contra VPH-16 y VPH-18, que si recuerdas, son los que más cánceres causan, pero la 9 y 4 valente agregan a otros VPH riesgosos, por lo que ofrecen más protección. Existe la idea errónea, y un poco misógina, de que sólo se debe vacunar a las niñas; problemas de cérvix, problemas femeninos, pero no es así, los hombres no vacunados se vuelven un vector de infección. Vacunar a los niños también es importante porque baja la transmisión y protege del cáncer de pene. Sí, a los hombres no les da cáncer de cérvix, pero el VPH puede causarles cáncer de pene. Lo segundo que toda mujer y hombre deben considerar es el uso de condón. Si tu pareja es nueva y no la conoces del todo o ha tenido muchas parejas sexuales, el uso del condón te protegerá del VPH. Finalmente, está la detección. El papanicolau es una técnica que raspa células del cérvix y las tiñe de lindos colores azul y rosa, y permite que el patólogo diagnostique si hay lesión cancerígena. No lo vimos en esta ocasión, pero el cáncer no llega de golpe. Se inicia con lesiones llamadas de bajo grado y van evolucionando hasta volverse un cáncer. El patólogo determinará cómo están las células y con ello se puede seguir el mejor tratamiento. Muchas no se hacen el papanicolau por ignorancia o porque es bastante molesto, ya que duele, pero es más molesto un cáncer, así que la detección es vital.



Aquí puedes ver a las células escamosas normales. Su núcleo (el círculo morado en el centro) es pequeño y las células se ven como un escudo.


Por motivos de aprendizaje, vale la pena que también veas células anormales. Aquí las células escamosas tienen un núcleo (el círculo morado en el centro) grande y no tienen la forma de escudo, en su lugar parecen moras azules. Éstas son indicativas de lesiones neoplásicas.


Referencias


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Fowler JR, Maani EV, Dunton CJ, et al. Cervical Cancer. [Updated 2022 Nov 2]. In: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2022 Jan-. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK431093/


Kumar V. Robbins y Cotran Patología estructural y funcional. España: Elsevier; 2015.


CDC. (2021, November 16). HPV vaccination: What everyone should know. Centers for Disease Control and Prevention. Retrieved March 20, 2023, from https://www.cdc.gov/vaccines/vpd/hpv/public/index.html



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