¿Alguna vez has escuchado la leyenda urbana de que debes tomar una aspirina antes de un vuelo o un viaje en carretera largo? Pues, resulta que no es una leyenda, en realidad, no es un mal consejo. El estar sentada mucho tiempo, sin moverte, causa estasis sanguínea o el bajo movimiento de la sangre, lo que predispone a trombosarse. Una trombosis es cuando la sangre se coagula dentro de nuestros vasos y forma un trombo. Ten por seguro que un trombo no es líquido como la sangre, es bastante sólido (a veces hasta puedes sentir la bolita) y como buena piedra dentro del vaso, ocluye el paso de la sangre. En el mejor de los casos, un trombo es algo doloroso que nos molesta un buen rato, como una hemorroide trombosada, muy dolorosa, pero no mortal. Sin embargo, en el peor de los casos, el trombo puede despegarse y causar una embolia o un infarto. Los trombos que causan infartos y embolias son bastante peligrosos, en realidad, son la causa principal de muerte súbita. Sin duda, asustan bastante. ¿Qué causa los trombos?, ¿cómo le hace la sangre para no coagularse dentro del cuerpo?, ¿cómo puedo prevenir un trombo? Son preguntas que tal vez te han surgido. Para conmemorar el Día Mundial de la Trombosis, exploremos esta patología.
Para entender a los trombos debes conocer un poco sobre la sangre y la coagulación, que es el proceso para detener el sangrado. En la sangre viven muchas células diferentes, los leucocitos, que nos defienden; los eritrocitos, que transportan oxígeno, y las plaquetas, que coagulan la sangre, aunque en realidad no son células, sino fragmentos de una célula llamada megacariocito. Alguna vez te habrás cortado e inmediatamente te salieron pequeños ríos o gotas de sangre y, sin duda, es líquida. No obstante, si te fijas, en unos minutos, la sangre ya no sale y en su lugar se empieza a formar una costra, este es el logro de la coagulación, detener sangrados para que no se te salga todo el relleno. La coagulación tiene dos partes, la hemostasia primaria y la hemostasia secundaria. En la hemostasia primaria, se forma algo llamado el tapón plaquetario. Las plaquetas tienen una forma inactiva, que se ve ovalada y no se pega a los vasos, y una forma activa, en la cual sacan muchos bracitos y se empiezan a agarrar entre ellas formando un tapón. Las plaquetas no se activan por arte de magia, necesitan señales que les digan: ¡Hora de trabajar! El endotelio, son las células que forman a los vasos, por lo general secretan sustancias antitrombogénicas, las cuales evitan que una plaqueta se active. Ante un daño, el endotelio se rompe y se liberan varias moléculas, dos compuestos importantes se llaman factor Von Willebrand y colágeno. Estas son sustancias trombogénicas y causan que la plaqueta se active.
Las plaquetas inactivas son redondas u ovaladas, cuando se activan sacan sus bracitos para agarrarse entre ellas.
La hemostasia secundaria es el siguiente paso. Las plaquetas agarradas de la mano pueden parar el sangrado, pero no son estables, son como una torre de cartas, un golpecito y se separan, por ello en la hemostasia secundaria se forma una red que evita que se muevan las plaquetas para formar un verdadero coágulo. En las plaquetas y la sangre existen unas proteínas llamadas factores de la coagulación, son 13 y forman la cascada de coagulación. La hemostasia secundaria se divide en tres vías. La primera se llama vía extrínseca, activada por daño endotelial, y la segunda, llamada vía intrínseca, iniciada por el colágeno (recuerda que el colágeno sólo sale en una herida), y ambas culminan en la vía común, donde activa una molécula llamada trombina o factor II. La trombina corta pedacitos de una proteína que nada por la sangre llamada fibrinógeno o factor I. Esta sustancia es soluble en agua, piénsalo como azúcar en el café, no se ve y no masticas gránulos porque está disuelta. Cuando la trombina corta un pedazo del fibrinógeno, éste se vuelve insoluble en agua y deja de nadar por la sangre, en su lugar se vuelve una red maciza que atrapa todo lo que nade por ahí. Cuando el fibrinógeno se vuelve insoluble se transforma en fibrina. Finalmente, el factor XIII hace pequeños nudos en la red para volverla muy estable. Al final de la historia, el coágulo desaparece cuando una proteína llamada plasmina destruye a la fibrina. Cabe mencionar que existen 3 proteínas protectoras que se aseguran de dos cosas, que no se salga de control el trombo y que no se haga un trombo si no hay herida. Estas tres moléculas se llaman proteína S, proteína P y antitrombina 3. Si te queda la duda de por qué no se coagula toda la sangre, es porque la coagulación sólo ocurre donde hay un daño, fuera de esa área, el endotelio sano le dice a las plaquetas y factores de coagulación: ¡Aquí no!, y los desactiva.
Aquí puedes ver la cascada de la coagulación y cómo se van activando varias proteínas. Observa que hay dos vías y ambas llegan al mismo lugar, la vía común. Al final se activa el factor I, que es la fibrina.
Lo siguiente a entender es que la trombosis ocurre cuando el balance de la sangre se pierde. Existe un concepto llamado la triada de Virchow, que dice que hay tres causas que originan un trombo; la hipercoagulabilidad, la estasis y la lesión endotelial. Basado en esto, podemos ver qué nos predispone a tener una trombosis.
La falta de ejercicio
El embarazo
Permanecer sentado por mucho tiempo
La Edad avanzada
Las cirugías
En estos casos existe poco movimiento y la sangre se estanca. A la sangre le gusta estar en movimiento y cuando se estanca se enoja y decide coagularse, aunque el endotelio le diga “no”. Por eso es bueno hacer actividad física. En el embarazo dar caminatas es bueno, o bien se puede optar por caminar en una alberca para que la sangre no se estanque y no sea tan molesto caminar. Después de una cirugía puede ser difícil moverse, pero es importante moverse con cuidado, no salgas a correr un maratón y a levantar pesas, pero te lo menciono nuevamente, caminar y hacer rehabilitación es importante. Si tienes que estar mucho tiempo sentada puedes levantarte y hacer puntillas cada 30 o 60 minutos.
Terapia hormonal con estrógeno
Enfermedades genéticas
Deshidratación
Estas son causas de trombosis por hipercoagulabilidad. La deshidratación vuelve a la sangre muy viscosa, así que toma agua. Los estrógenos activan a los factores VII y X, dado que el X se encuentra cercano al final de la cascada de la coagulación, es fácil trombosar. Las enfermedades genéticas pueden causar deficiencia de las proteínas protectoras o incluso pueden hacer que algunas proteínas de la coagulación sean hiperreactivas.
Cirugías
Hipertensión
Diabetes
Obesidad
Catéteres
Fumar
Colesterol alto
Estos factores dañan al endotelio y ya sabes, sin endotelio las plaquetas y factores de coagulación se activan. Fumar, la obesidad, la diabetes, el colesterol alto y la hipertensión van de la mano, todas causan inflamación. Las moléculas de la inflamación suelen avisar al cuerpo que hay una herida, por lo que las plaquetas se pueden confundir y activar. Por otro lado, todos esos factores de riesgo causan lo que se llama ateroma. Los ateromas son placas macizas de colesterol cristalizado en los vasos sanguíneos. Con mucho colesterol (del malo), el cuerpo no sabe qué hacer con él y decide guardarlo en los vasos. Sin embargo, comprenderás que no es el mejor lugar para almacenar colesterol. Las placas se forman por debajo del endotelio y por mucho tiempo pueden no causar problema. No obstante, llega un momento donde se vuelven inestables. Con los cambios de presión es probable que la placa no aguante y se rompa, cuando esto ocurre, causa una desgracia trombótica. Los ateromas son altamente trombogénicos y causan que inmediatamente se forme un trombo.
Aquí está el ateroma, crece bajo el endotelio y está lleno colesterol y de moléculas inflamatorias porque se llena de leucocitos, células que provocan inflamación. Como verás, hace que el espacio del vaso se reduzca. Cuando se rompe, la sangre entra en contacto con los cristales de colesterol y colágeno e inmediatamente se hace un trombo, señalizado por los lazos naranjas.
¿Es un trombo malo o mortal? La respuesta es: depende. El sistema circulatorio es toda una red de carreteras, algunas son muy importantes, otras no tanto. Existen 3 tipos de vasos. Las arterias, que llevan sangre a los órganos; las venas, que la devuelven al corazón, y los capilares, que es donde la sangre hace intercambio de sustancias. Si se trombosa una arteria, la sangre no llega del corazón al órgano blanco y éste se infarta. Lo más común son trombos en las arterias del corazón, llamadas coronarias, y en la arteria renal, que pertenece al riñón, ambas son terribles, pero la del corazón es la peor y necesita atención médica inmediata antes de que el corazón muera. Por otro lado, las trombosis de las venas evitan que la sangre vuelva al corazón. Aunque suena bastante temible que la sangre no pueda regresar, la realidad es que no suelen ser mortales, al menos no en lo inmediato. La sangre que no puede volver suele causar edema, que es cuando el agua se sale de los vasos sanguíneos, así que la zona se ve hinchada. El trombo más común en las venas suele ser en la pierna, a la altura de la pantorrilla. El mayor problema con los trombos de las venas es cuando se desprenden. Cuando un trombo se desprende y se mueve se llama embolia. Cuando el trombo se desprende sale disparado hacia el corazón, donde es bombeado a las arterias pulmonares, lugar en el que se emboliza. Si el trombo se atora en el vaso del pulmón, la sangre no se puede oxigenar y pronto todos los órganos se mueren por falta de oxígeno. Esto es otra emergencia, sí tienes un trombo en la pierna o alguno de los factores de riesgo, de los que mencionamos arriba, y de la nada no puedes respirar bien, es momento de correr a urgencias. Si el émbolo no se atora en el pulmón, llega al otro lado del corazón y ahora es bombeado hacia el cerebro, lo que causa una embolia cerebral, que culmina en un infarto cerebral. Los infartos cerebrales son urgencias médicas y puedes ver síntomas, que siempre es bueno identificar y reconocer. Si la persona o tú no pueden hablar bien, no pueden levantar los brazos, sienten entumecida la cara, presentan náusea, tienen la cara caída (verás que se pierde la simetría), pierden la coordinación o la visión, debes actuar rápido e ir directo al hospital, son datos de infarto cerebral.
Aquí puedes ver los datos de un infarto cerebral. Es importante reconocerlos porque pueden salvar tu vida y la de otros. Recuerda, perder la visión, el habla, la coordinación, no poder levantar brazos, tener la cara caída y entumecida y la náusea, son datos de infarto cerebral.
Como verás, los trombos pueden ir de molestias a urgencias médicas. Si alguna vez te trombosas es bueno mantener observación y si empiezas a sentir más que dolor local ir al médico. Los trombos pueden ser mortales, el corazón y el cerebro soportan muy poco tiempo sin oxígeno y sin ese par de órganos no hay vida. Ahora bien, qué puedes hacer. Lo mejor es prevenir. No fumar, llevar una dieta balanceada y hacer ejercicio son de cajón, lo mejor para no trombosarse. Si tu trabajo demanda mucho tiempo de inactividad, levántate cada hora a realizar unas puntillas para mover la sangre o date 5 minutos de caminata. En el embarazo intenta moverte para evitar el estancamiento de sangre. Si vas a tomar un vuelo largo, la aspirina no está de más, ya que la aspirina hace que las plaquetas no se puedan activar, pero no te llenes de aspirina, ni la tomes cada día (a menos que el médico te lo indique), ya que no queremos trombosarnos, pero tampoco deseamos desangrarnos. Aquí no los discutimos, pero hay síndromes genéticos que causan que haya hipercoagulabilidad; si te has trombosado más de una vez puede ser útil buscar un análisis genético para ver si no tienes una de estas enfermedades. Para embarazadas también es conveniente conocer los genes de enfermedades trombóticas porque pueden ser causa de abortos. En Nanolab realizamos un panel de trombofilias, donde el laboratorio ve los genes que causan enfermedades trombóticas y mide el riesgo de un evento trombótico. El objetivo es que tú y tu doctor estén preparados y puedas tener un plan de acción y te cheques a menudo
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Aquí puedes ver un trombo, observa como es una pelotita atrapada en una malla de fibrina. Varias enfermedades genéticas causan que la sangre se coagule sin una herida. Trombosarse una vez es mala suerte, dos es casualidad, pero ya tres, es mejor ver qué dicen tus genes. A las mujeres embarazadas también les conviene conocer su perfil de trombofilias, ya que el embarazo es por sí mismo un estado de hipercoagulabilidad.
Referencias
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Johns Hopkins. (2019, November 19). Thrombosis. Johns Hopkins Medicine. Retrieved October 4, 2022, from https://www.hopkinsmedicine.org/health/conditions-and-diseases/thrombosis
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