La salud mental es de increíble importancia porque impacta todas nuestras áreas de vida. Nuestro estado mental modula nuestros comportamientos, lo que decimos, nuestra actuación y la manera en la que afrontamos la vida. Hoy en día la salud mental ha cobrado vital importancia, es una de las esferas de la salud de la OMS; por ello es necesario buscar que esta esfera esté sana. Las enfermedades mentales por mucho tiempo, e incluso hoy, han estado abandonadas, pero como te menciono, la esfera mental es igual de importante que la salud física. Una de las enfermedades mentales que más estigma carga y que históricamente la han tratado mal es la esquizofrenia. Seguro no lo sabes, pero el 24 de mayo es el día mundial de la esquizofrenia. Así que para aumentar la concientización en honor a este día hablemos de la esquizofrenia.
La esquizofrenia es un término relativamente nuevo porque antes del siglo XIX era muy sencillo usar el término genérico de locura. La esquizofrenia no es nueva, sólo antes la clasificaban como locura y fin de la historia. El primer intento por clasificar a la esquizofrenia se hizo en el siglo XIX cuando un doctor llamado Kraepelin juntó muchas enfermedades psiquiátricas, como la locura adolescente, la hebefrenia y la catatonia, que le ocurrían a adolescentes y jóvenes. Kraepelin juntó varias enfermedades y lo llamó dementia praecox o en español demencia temprana. Bleuler fue otro médico del siglo XIX y principios del XX, y fue él quien dio el término esquizofrenia. Aunque Bleuler aún juntaba muchas enfermedades, en realidad él lo llamaba esquizofrenias, pues consideraba que existían muchos tipos. Con el tiempo la esquizofrenia se partió en otras enfermedades como el autismo y tres trastornos de personalidad: el esquizoide, paranoide y esquizotípico. En 1980 el DSM 3 (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Tercera edición) creó un espectro de la esquizofrenia y en el 2013 se creó el DSM 5 que le dio a la esquizofrenia subtipos. Éste es un pequeño recorrido por la historia de la esquizofrenia y como verás fue un tanto caótica.
La esquizofrenia viene del griego esquizo, que significa partido o separado y frenia que es mente; juntas forman la frase mente separada. En realidad, es un error que parece que llegó para quedarse; muchos asocian que las personas con esquizofrenia tiene múltiples personalidades, pero no es así. La esquizofrenia es en realidad una enfermedad mental caracterizada por la psicosis, que es la incapacidad de distinguir entre la realidad y lo irreal. A partir de la psicosis es que se obtienen muchos de los signos y síntomas de la esquizofrenia. Como cualquier enfermedad, la esquizofrenia tiene signos y síntomas que conforman a la enfermedad. En la esquizofrenia existen síntomas positivos y negativos, que puede sonar algo confuso, pero te lo voy a explicar.
Las alucinaciones pueden involucrar a todos los sentidos, pero en la esquizofrenia suelen ser auditivos.
Los síntomas positivos son aquellos que son psicóticos en la naturaleza. Son los que la persona no distingue entre realidad y fantasía o irreal. Los síntomas positivos son los siguientes:
Alucinaciones: es tal vez lo más reconocido de la esquizofrenia, ya que el 80% las percibe. Una alucinación es percibir algo sin un estímulo. Por ejemplo, si alguien te toma una foto con flash, sientes el estímulo luminoso. En una alucinación también sentirías el flash de la cámara, pero la cámara no existiría, nunca hubo un flash. Las alucinaciones pueden afectar a cualquier sentido. En la esquizofrenia lo más común es la alucinación auditiva; estas personas escuchan voces inexistentes.
Delirios: un delirio es una creencia que es incapaz de cambiar aun con información contraria. Los delirios no tienen fundamento lógico, no es corregible y no tiene un contexto social correcto para el individuo. Por ejemplo, jurar que es el mejor pescador aun cuando el individuo viva en una ciudad sin cuerpos de agua y nunca haya pescado.
Desórdenes del pensamiento: es cuando el pensamiento no sigue un orden y es incoherente. Esto se nota en el habla, ya que alguien con esquizofrenia es posible que no pueda usar correctamente el lenguaje y forme oraciones sin sentido.
Paranoia: está agrupado en los delirios. Es el sentimiento o creencia de que alguien persigue al individuo o que es parte central de una conspiración.
Los síntomas negativos son aquellos que afectan a las emociones. Son síntomas que afectan cómo vive el individuo sus emociones y por lo general se observan como un decremento en la expresión de éstas. Los síntomas negativos son los siguientes:
Entumecimiento emocional: es cuando la persona expresa poca emoción.
Alogia: que es dar respuestas vacías o vagas. Pueden ser respuestas muy concretas, pero sin sustancia o plática espontánea.
Anedonia: esta es la incapacidad de sentir placer.
Asociales: no debe ser confundido con antisocial, que es no seguir normas sociales y tener un desinterés por el bienestar de los demás. Asocial significa no querer participar en eventos sociales o entablar relaciones con otras personas.
Apatía: no sentir emoción ante nada.
Abolición: es el sentimiento de no tener motivación.
Estos son los síntomas que forman a la esquizofrenia. Así que recuerda, no tienen múltiple personalidad sino que sus síntomas positivos nacen de la psicosis, los hacen confundir realidad de ficción. Sus síntomas negativos son los que los afectan en su esfera social y el cómo interactúan con los demás.
Como muchas enfermedades mentales, la esquizofrenia causa Anedonia.
Ahora observemos por qué ocurre esta enfermedad. A diferencia de otras enfermedades mentales, la esquizofrenia está mejor investigada. No creas que está muy investigada, ya que como la mayoría de las enfermedades mentales apenas se está explorando y tomando importancia, pero existe más información. Como en muchas enfermedades, en la esquizofrenia se habla de factores genéticos y factores ambientales. Se habla de tres grandes puntos en los factores genéticos. El primero, que es una enfermedad poligénica, esto significa que muchos genes diferentes pueden dar el mismo resultado. Estos genes afectados provocan que los receptores de los neurotransmisores del cerebro estén mal, algunos son hiperfuncionantes y otros hipofuncionantes; en otras palabras, algunos funcionan más y otros funcionan poco. El segundo punto genético habla de pleiotropismo. En la genética, por lo general, se habla de que cada gen hace una sola proteína y esa proteína tiene su función. En el pleiotropismo ocurre que un gen puede influenciar más de una cosa. El tercer punto es que, hasta ahora con nuestros conocimientos actuales, no sabemos a nivel del ADN donde está el problema. Sabemos que hay un riesgo genético, sólo no sabemos dónde está el problema genético.
Los factores ambientales son aquellos que nos rodean y no son intrínsecamente nuestros. Por ejemplo, alguien que vive en la ciudad tiene más probabilidad de tener cáncer de pulmón porque respira aire más contaminado. Los factores ambientales en la esquizofrenia son los siguientes:
Falta de oxígeno al nacer
Ser prematuro
Infección materna durante el embarazo
Diabetes gestacional
Infecciones en la infancia: todos nos enfermamos, pero qué virus, bacteria o parásito fue y cómo actúa nuestro sistema inmune, es único. El patógeno más asociado a la esquizofrenia es el toxoplasma gondii, que es un parásito que vive en los gatos.
Inflamación constante: esta inflamación causa que los circuitos neuronales no se formen correctamente.
El mes de nacimiento y la posición geográfica: se ha visto que la falta de luz solar y por lo tanto la deficiencia de vitamina D que necesita luz UV para activarse, causan un aumento en el riesgo de esquizofrenia. Los meses de invierno y las altas latitudes causan un aumento en el riesgo.
Vivir en la ciudad
La pérdida de un padre o madre
Trauma infantil
Abuso sexual
Uso de cannabis en la adolescencia
Como verás los factores ambientales son varios y variados. Recuerda que son factores de riesgo, no condenas, aumentan la probabilidad de tener esquizofrenia, no te la dan.
La esquizofrenia no es curable pero sí tratable. El tratamiento de la esquizofrenia incluye una parte psicológica y otra farmacológica. En su parte psicológica se recomienda terapia individual, psicoterapia, terapia grupal y terapia cognitivo conductual. Lo mejor de la terapia es la buena adherencia a los medicamentos, ya que los pacientes que toman terapia suelen tomar sus medicamentos y tienen mejores resultados. En su parte farmacológica, el tratamiento se da con antipsicóticos. Existen los de primera generación y los de segunda generación. Se prefieren los de segunda generación ya que causan menos efectos adversos que los de primera generación. Los antipsicóticos de primera generación causan síntomas musculares como temblores o movimientos involuntarios.
La terapia es un pilar fundamental para el tratamiento de cualquier enfermedad mental.
Ahora ya conoces a la esquizofrenia, una enfermedad mental que causa psicosis, haciendo que la persona afectada no distinga entre lo irreal y lo real. Espero que ahora entiendas mejor esta enfermedad y no estigmatices a los que la padecen. Si tú sufres de esquizofrenia, tal vez hayas descubierto algo nuevo sobre ti. Como habrás visto hay muchos síntomas y el tratamiento es variado. También habrás notado que aún no sabemos que origina esta enfermedad, pero no estamos acercándonos a dilucidar más sobre esta patología.
Referencias
Hany M, Rehman B, Azhar Y, et al. Schizophrenia. [Updated 2021 Nov 27]. In: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2022 Jan-. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK539864/
Jablensky A. (2010). The diagnostic concept of schizophrenia: its history, evolution, and future prospects. Dialogues in clinical neuroscience, 12(3), 271–287. https://doi.org/10.31887/DCNS.2010.12.3/ajablensky
Owen, M. J., Sawa, A., & Mortensen, P. B. (2016). Schizophrenia. Lancet (London, England), 388(10039), 86–97. https://doi.org/10.1016/S0140-6736(15)01121-6
Patel, K. R., Cherian, J., Gohil, K., & Atkinson, D. (2014). Schizophrenia: overview and treatment options. P & T : a peer-reviewed journal for formulary management, 39(9), 638–645.
Picchioni, M. M., & Murray, R. M. (2007). Schizophrenia. BMJ (Clinical research ed.), 335(7610), 91–95. https://doi.org/10.1136/bmj.39227.616447.BE
Robinson, N., & Bergen, S. E. (2021). Environmental Risk Factors for Schizophrenia and Bipolar Disorder and Their Relationship to Genetic Risk: Current Knowledge and Future Directions. Frontiers in genetics, 12, 686666. https://doi.org/10.3389/fgene.2021.686666
コメント