Embarazo Seguro: Conoce los Factores de Riesgo de la Preeclampsia
- Juan Pablo Dovarganes Quiepo
- 30 minutes ago
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Hace un mes, Nanolab te informó sobre la preeclampsia y su origen en los vasos sanguíneos. En esta ocasión, profundizaremos en cómo los factores de riesgo afectan la presión sanguínea materna, la placenta y la preeclampsia. Es crucial que las mujeres embarazadas reconozcan estos factores de riesgo para monitorearlos adecuadamente y llevar un embarazo más seguro y tranquilo.
Qué es la preeclampsia
Como breve recordatorio: la preeclampsia es una patología del embarazo en la que la presión arterial materna se eleva peligrosamente. Este aumento en la presión arterial puede dañar los riñones maternos. Si no se corrige rápidamente, puede afectar el cerebro materno, causando convulsiones. Cuando esto ocurre, la condición se denomina eclampsia. Actualmente, la preeclampsia es el mayor riesgo de mortalidad materno-infantil en el mundo, por lo que es vital que toda mujer embarazada la conozca.
Por qué ocurre la preeclampsia
La preeclampsia es una afección que involucra los vasos sanguíneos del útero y la placenta. La placenta es un órgano fetal que actúa como una barrera protectora para el feto. Además, tiene la vital tarea de formar vasos sanguíneos que se conectan con las arterias espirales del útero materno. Esta relación entre los vasos de la placenta y el útero permite que el bebé reciba oxígeno y nutrientes de la madre. Cuando la relación no es adecuada, la placenta no recibe suficiente oxígeno y comienza a sufrir microinfartos. Estos daños provocan la acumulación de células muertas, creando un ambiente tóxico. Se cree que esta toxicidad es la responsable del aumento de la presión arterial materna.

Factores de riesgo para desarrollar preeclampsia
Existen diversos factores de riesgo que aumentan la posibilidad de desarrollar preeclampsia durante el embarazo. Estos se pueden dividir en factores fetales y maternos. Los factores fetales son raros y suelen estar causados por aneuploidías, una condición en la que el feto posee un número incorrecto de cromosomas. Se cree que esto ocurre porque no se establece una buena circulación sanguínea entre la madre y el feto. Puedes leer más sobre las aneuploidías y la preeclampsia aquí.
Aunque las aneuploidías pueden generar preeclampsia, no son los casos más frecuentes. Los factores maternos tienden a ser mucho más comunes, por lo que es importante que las mujeres embarazadas los conozcan.
Enfermedad periodontal
La enfermedad periodontal afecta las encías y es el resultado de la gingivitis. Esto ocurre cuando las bacterias de la boca crecen debajo de la encía. La enfermedad periodontal es un factor de riesgo para desarrollar preeclampsia porque puede causar bacteriemia, es decir, la presencia de bacterias en la sangre. La bacteriemia inflama los vasos sanguíneos, afecta la circulación y aumenta el riesgo de preeclampsia. Puedes leer mucho más sobre este tema aquí.

COVID-19
Las infecciones por COVID-19 durante el embarazo aumentan el riesgo de desarrollar preeclampsia debido a que el virus se une a los receptores ACE2. Estos receptores celulares se encuentran tanto en los pulmones como en los vasos sanguíneos y tienen la función de regular la presión arterial. Cuando el virus del COVID-19 se une a estos receptores, invade las células de los vasos sanguíneos y provoca inflamación, lo que aumenta el riesgo de preeclampsia.
Diabetes mellitus y diabetes gestacional
La diabetes mellitus y la diabetes gestacional son causadas por la incapacidad del cuerpo para introducir azúcar dentro de las células. Esto ocurre porque las células no reciben o no responden adecuadamente a la señal de la insulina. Cuando el azúcar permanece en la sangre demasiado tiempo, se adhiere a las células y forma complejos de polioles. Los polioles son alcoholes que inducen inflamación y destrucción de los vasos sanguíneos, lo que puede dañar las arterias del útero y causar preeclampsia.
Obesidad
La obesidad puede alterar el flujo sanguíneo de diversas maneras. Puede aumentar la presión arterial y puede dañar los vasos sanguíneos. También fomenta la aterosclerosis, es decir, la formación de placas de colesterol dentro de las arterias. Estas placas pueden disminuir el flujo sanguíneo, aumentar la presión arterial y causar infartos. Asimismo, la obesidad incrementa la producción de moléculas inflamatorias que dañan los vasos sanguíneos. Todo esto contribuye a un aumento en el riesgo de preeclampsia.
Desórdenes del sueño
Existen múltiples desórdenes del sueño que pueden provocar hipoxia e hipertensión. La hipoxia se refiere a una pobre oxigenación, la cual puede causar infartos. Entre los desórdenes de sueño que aumentan el riesgo de preeclampsia se encuentran la apnea del sueño y el ronquido. Ambas condiciones elevan la presión arterial durante la noche y disminuyen la oxigenación de la sangre, lo que puede provocar que la placenta no reciba suficiente oxígeno y sufra microinfartos.

Enfermedades autoinmunes
Las enfermedades autoinmunes ocurren cuando el sistema inmune confunde una parte del propio cuerpo con un agente externo y peligroso. Algunas de estas enfermedades pueden atacar los propios vasos sanguíneos y dañarlos. Comúnmente, el lupus eritematoso y el síndrome antifosfolípido aumentan la inflamación de los vasos sanguíneos, incrementando el riesgo de desarrollar preeclampsia.
Pérdida de la inmunotolerancia
El sistema inmune ataca todo aquello que no pertenece al cuerpo. Tanto la placenta como el embrión son percibidos como elementos externos. Para evitar que el sistema inmune ataque al bebé, ocurre un evento de inmunotolerancia, donde el sistema inmune se “apaga” en las proximidades de la placenta. Sin embargo, esta tolerancia puede comprometerse, lo que provoca que el sistema inmune se reactive y ataque la placenta, generando inflamación y muerte celular. Ambas condiciones aumentan el riesgo de desarrollar preeclampsia.
Falta de calcio
El último trimestre del embarazo requiere una mayor cantidad de calcio para satisfacer las necesidades del feto. Las mujeres con deficiencia de vitamina D pueden tener mayor riesgo de preeclampsia porque son incapaces de absorber suficiente calcio de su dieta. También es posible desarrollar una deficiencia de calcio si no se consume en suficientes cantidades. La deficiencia de calcio provoca paratiroidismo, una condición donde se produce altos niveles de hormona paratiroidea, encargada de regular el calcio en el cuerpo. El exceso de esta hormona causa cambios en la circulación sanguínea y aumenta el riesgo de preeclampsia.
Síndrome de Cushing
El síndrome de Cushing es una enfermedad hormonal que incrementa los niveles de glucocorticoides, como el cortisol. El aumento de estas hormonas puede causar una disminución de la vitamina D y de otras moléculas antiinflamatorias en el cuerpo. La falta de calcio asociada a la falta de vitamina D y los cambios inflamatorios resultantes pueden incrementar el riesgo de preeclampsia.
Hipertensión de origen hormonal
La hipertensión de origen hormonal se debe a desequilibrios en ciertas hormonas. Generalmente, esto se debe a tumores o enfermedades genéticas. Los feocromocitomas y los paragangliomas son tumores que producen adrenalina, lo que genera hipertensión constante. Por otro lado, ciertas enfermedades genéticas, como el hiperaldosteronismo, producen hormonas que aumentan la presión arterial cuando no es necesario.

Enfermedades genéticas
Un gran número de enfermedades genéticas aumentan el riesgo de desarrollar preeclampsia. Algunos ejemplos incluyen enfermedades genéticas que elevan la presión arterial, como el síndrome de Liddle; enfermedades genéticas que causan anemia, como la anemia falciforme y la talasemia; y enfermedades genéticas que afectan al sistema endócrino, como MEN 1 y MEN 2.
Pruebas de preeclampsia
Es importante que las mujeres en su último trimestre de embarazo monitoreen su presión arterial constantemente. Si detectan un aumento, deben contactar a su médico. Si la hipertensión no disminuye en 4 horas, es necesario acudir a urgencias para ser evaluadas y tratadas.
En Nanloab, a través de la línea Nanocare, ofrecemos la prueba Dúo marcador + preeclampsia. Este análisis bioquímico mide tres moléculas relacionadas con el embarazo y evalúa el riesgo de que una mujer embarazada desarrolle preeclampsia. Además, determina el riesgo de que el bebé presente aneuploidías.
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