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Embarazo y Trombosis: Lo Que Toda Futura Mamá Debe Saber

Mujer embarazada y nerviosa

El embarazo es una etapa única: llena de emociones, cambios y, a veces, desafíos inesperados. Es un periodo en el que ocurren muchos cambios, tanto físicos como emocionales. Un tema que se trata poco, pero que es relevante es la trombosis durante el embarazo. De hecho, es una de las principales causas de muerte materna. Nanolab te invita a profundizar en este tema de vital importancia para cualquier pareja que vive la aventura de tener un bebé. 


El sistema circulatorio


La trombosis ocurre cuando se forma un coágulo (trombo) dentro de los vasos sanguíneos. Esta condición es riesgosa porque altera el flujo de la sangre, pudiendo causar infartos, dañar la placenta o desencadenar una embolia. Quizá esto suene muy técnico y confuso, pero te lo explicaremos de manera sencilla, comenzando por el sistema circulatorio


La sangre es un tejido especial compuesto por agua, células y proteínas. Su principal función es transportar oxígeno a todo el cuerpo, utilizando una red de vasos sanguíneos, que actúa como un sistema de carreteras. Este sistema es un circuito cerrado: del corazón a las arterias, de las arterias a los capilares, de los capilares a las venas, y desde las venas la sangre regresa al corazón. Cada tipo de vaso sanguíneo tiene cualidades específicas que permiten una circulación eficiente.


Las arterias son elásticas para resistir las altas presiones generadas por el corazón al bombear sangre. Su tarea es distribuir y guiar la sangre oxigenada por el cuerpo para que llegue a cada órgano. Tras las arterias se encuentran los capilares, de los cuales hay miles de millones por todo el cuerpo. Estos vasos son tan pequeños que solo permiten el paso de una célula a la vez. Esto facilita el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono entre la sangre y los tejidos. Finalmente, las venas son altamente deformables porque permiten almacenar una gran cantidad de volumen de sangre. Su función es devolver la sangre pobre en oxígeno al corazón para volverla a oxigenar y comenzar de nuevo el circuito. 


Diferencia entre arterias y venas
Las venas y las arterias poseen ciertas diferencias. Observa en este dibujo que las arterias poseen una capa elástica (amarilla) que las ayuda a transportar sangre con ayuda del corazón.

La coagulación


La sangre es un líquido vital que contiene nueve tipos de células y más de un centenar de proteínas con funciones esenciales. Las células sanguíneas más abundantes son los glóbulos rojos, encargados de transportar oxígeno. También hay siete tipos de glóbulos blancos, que defienden al organismo. Finalmente, están las plaquetas, que no son exactamente una célula, sino que son pedacitos de una célula gigante llamada megacariocito


El deber de las plaquetas es detener un sangrado para que no se pierda la sangre. Cuando detectan un daño en los vasos sanguíneos, se activan para formar un tapón. En su estado normal, las plaquetas circulan por la sangre en su estado inactivo e hidrodinámico. Sin embargo, si un vaso sanguíneo se rompe, libera moléculas de alarma que activan a las plaquetas. Estas cambian su forma ovalada e hidrodinámica por una estrellada con muchas prolongaciones (bracitos) y comienzan a agarrarse entre sí para formar un tapón y detener el sangrado. 


Las plaquetas no pueden formar un coágulo por sí solas; requieren de la ayuda de ciertas proteínas de la sangre. Doce de estas proteínas se llaman factores de la coagulación y juntas forman una cadena de reacciones que culminan en la formación de fibrina. La fibrina funciona como una red que atrapa plaquetas, glóbulos rojos y blancos y forma un verdadero coágulo y no solo un tapón de plaquetas. El coágulo permanece en el sitio de la lesión hasta que el vaso se repara. Una vez curada la herida, el coágulo se disuelve porque ya no existen las señales de alarma.


El sistema de coagulación es eficiente, pero puede activarse de forma anormal. La tríada de Virchow describe tres factores que favorecen la trombosis:

  1. Estasis: Cuando la sangre no se mueve o lo hace lento.

  2. Lesión endotelial: Cuando el vaso sanguíneo se daña.

  3. Hipercoagulabilidad: Cuando la sangre se torna más “viscosa” y es más fácil que se coagule.


Cómo se forma un coágulo
La coagulación se activa en presencia de un daño en los vasos sanguíneos. Si ocurre sin presencia de una lesión, puede obstruir completamente el flujo sanguíneo.

La trombosis y la embolia


La sangre puede coagularse incluso sin la presencia de un daño en los vasos sanguíneos. La trombosis suele ocurrir en las venas, ya que las arterias transportan sangre a alta presión y velocidad, mientras que los capilares, por su pequeño tamaño y gran cantidad, no suelen ser un sitio común para la formación de trombos. Sin embargo, las venas presentan características que las convierten en un sitio propicio para la trombosis


Las venas trabajan a baja presión y manejan un alto volumen de sangre. A diferencia de las arterias, donde el corazón impulsa la sangre, en las venas el flujo depende de los músculos y la gravedad. Cada vez que respiras o te mueves, los músculos comprimen las venas, impulsando la sangre de regreso al corazón. El flujo lento en las venas favorece la estasis y la acumulación de plaquetas y factores de la coagulación. Cuando la concentración de estos es excesiva, puede simular una señal de alarma, activando el sistema de coagulación.


El coágulo obstruye la vena y altera el flujo sanguíneo, pero su mayor riesgo es convertirse en un émbolo. Si el trombo se desprende, se transforma en un émbolo: un coágulo móvil que viaja por el torrente sanguíneo. Esto es extremadamente peligroso porque puede desplazarse hasta el corazón y, desde ahí, llegar a los pulmones. Cuando un émbolo llega hasta el pulmón, suele obstruir la arteria pulmonar, el vaso que lleva sangre sin oxígeno al pulmón para oxigenarla. Si este vaso se obstruye, la sangre no puede oxigenarse y el cuerpo sufre de hipoxia (similar a ahogarse). A esto se le denomina tromboembolia pulmonar y es una urgencia médica. 


El embarazo y la trombosis


El embarazo es una etapa de cambios en el cuerpo. Lamentablemente, estos cambios impactan la tríada de Virchow y aumentan el riesgo de sufrir una trombosis.


El cuerpo de una mujer embarazada prioriza la protección del bebé en desarrollo. Ha evolucionado para evitar la pérdida de sangre, ya que debe mantener la oxigenación tanto para ella como para el bebé. Para asegurar un adecuado suministro de sangre y oxígeno, durante el embarazo el cuerpo entra en un estado de hipercoagulabilidad, aumentando la producción de plaquetas y factores de la coagulación para reducir al mínimo la pérdida de sangre. 


Hacia el final del embarazo, el útero alcanza el tamaño de una sandía y presiona a los vasos sanguíneos. Las arterias no tienen gran problema porque poseen pulso y presión, por lo que la sangre puede abrirse camino por ellas. Sin embargo, las venas no tienen estas características y favorecen la estasis sanguínea


El embarazo también implica cambios hormonales importantes. ¿Alguna vez has escuchado que las mujeres embarazadas no se enferman? No es magia, se debe a que ciertos cambios hormonales hiperactivan el sistema inmune para proteger al bebé. No obstante, la hiperactivación del sistema inmune también tiene desventajas. Las moléculas liberadas por el sistema inmune hiperactivo imitan las señales de alarma que emite un vaso sanguíneo dañado, lo que incrementa el riesgo de activación incorrecta de plaquetas y factores de la coagulación


Tromboembolia pulmonar durante el embarazo
La tromboembolia pulmonar afecta la respiración y es una urgencia médica.

Factores de riesgo de trombosis


La trombosis venosa es increíblemente común en mujeres embarazadas. Se calcula que dos de cada mil mujeres embarazadas experimentarán un evento trombótico. Además, es preocupante que el 80% de las mujeres embarazadas reportan síntomas similares a los de un trombo, pero estos síntomas suelen pasarse por alto o no recibir atención médica. A continuación, revisemos otros factores de riesgo.

Factores de riesgo no modificables:


  • Padecer cáncer.

  • Haber tenido una cirugía mayor.

  • Tener el síndrome antifosfolípido

  • Trombofilia genética.

  • Presencia de un catéter venoso.

  • Venas varicosas.

  • Diabetes.

  • Infecciones graves.

  • Preeclampsia

  • Embarazo gemelar.

  • Inmovilidad prolongada.


Factores de riesgo modificables:


  • Obesidad.

  • Sobrepeso.

  • Fumar (antes, durante y después del embarazo).  

  • Consumo de alcohol (antes, durante y después del embarazo).  

  • Terapia hormonal.

  • Fertilización in vitro

  • Parto por cesárea: Aunque es una cirugía que aumenta el riesgo de trombosis postparto, en algunos casos no es un factor modificable, ya que está indicado para proteger la salud materno-fetal.

  • Baja actividad física. 


Síntomas a tener en cuenta

La trombosis puede manifestarse con diversos síntomas, entre los que destacan:

  • Dolor en la pierna o el abdomen.

  • Hinchazón (edema) en una sola pierna.

  • Asimetría visible entre las piernas (una más hinchada que la otra).

La embolia es una urgencia médica grave, ya que compromete la estabilidad hemodinámica del paciente. Sus síntomas incluyen:

  • Tos con sangre.

  • Taquicardia.

  • Dificultad respiratoria.

  • Dolor en el pecho.

  • Dolor en la pierna asociado a trombosis venosa previa.

Prueba genética de trombofilia


La trombosis está asociada a múltiples factores de riesgo. Uno de ellos es la trombofilia genética, un conjunto de alteraciones genéticas que modifican la función de las proteínas de la coagulación o de las plaquetas. El panel genético de trombofilias es un estudio que analiza mutaciones en genes clave relacionados con la coagulación.


Aunque las trombofilias genéticas pueden no manifestarse en la vida diaria, sí representan un riesgo durante el embarazo, cuando los cambios fisiológicos del cuerpo aumentan la probabilidad de complicaciones.


En Nanolab, recomendamos realizar el panel genético de trombofilias para:

  • Identificar y monitorizar riesgos específicos.

  • Elegir tratamientos personalizados.

  • Recibir un seguimiento adaptado a tus necesidades, y así vivir un embarazo con mayor tranquilidad.

Descubre más sobre el panel genético de trombofilias en nuestra línea de genética prenatal y toma el control de tu salud.


Mujer embarazada feliz y en calma
Para llevar un embarazo más tranquilo Nanolab te recomienda el panel genético de trombofilias.

Referencias 


Varrias, D., Spanos, M., Kokkinidis, D. G., Zoumpourlis, P., & Kalaitzopoulos, D. R. (2023). Venous Thromboembolism in Pregnancy: Challenges and Solutions. Vascular health and risk management, 19, 469–484. https://doi.org/10.2147/VHRM.S404537


James A. H. (2015). Thrombosis in pregnancy and maternal outcomes. Birth defects research. Part C, Embryo today : reviews, 105(3), 159–166. https://doi.org/10.1002/bdrc.21106


Middeldorp, S., Naue, C., & Köhler, C. (2022). Thrombophilia, Thrombosis and Thromboprophylaxis in Pregnancy: For What and in Whom?. Hamostaseologie, 42(1), 54–64. https://doi.org/10.1055/a-1717-7663


Moroi, Ș. I., Weiss, E., Stanciu, S., Bădilă, E., Ilieșiu, A. M., & Balahura, A. M. (2024). Pregnancy-Related Thromboembolism-Current Challenges at the Emergency Department. Journal of personalized medicine, 14(9), 926. https://doi.org/10.3390/jpm14090926

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Dra. Esp. en Genética Medica

Gloria Eugenia Queipo García

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