La fertilidad, según la ciencia, es la capacidad de producir hijos. Es interesante detenerse a pensar que muchas veces cuando hablamos de fertilidad, en realidad hablamos sobre problemas relacionados con ésta o bien de la infertilidad. Incluso la infertilidad tiene su propia descripción, y no, no conseguir concebir al primer intento no es igual a ser infértil. Según la CDC (Center of Disease Control and Prevention), la infertilidad es la incapacidad de concebir mientras se tienen relaciones sexuales sin protrección por más de un año. A veces la suerte simplemente no está de tu lado, pero si no ha pasado más de un año, aún no debes considerar problemas de fertilidad. Sin embargo, si ya pasó un año y tu pareja y tú siguen sin resultados, es momento de acercarse a un especialista porque es probable que uno o ambos tengan alguna problemática en sus sistemas reproductores. Esto no es nada de qué avergonzarse, muchas o muchos sienten cierta vergüenza por no lograr concebir, pero aunque no lo creas, es un problema muy frecuente. En México, de acuerdo a la Asociación Mexicana de Medicina de la Reproducción (AMMR), entre 4 y 5 millones de parejas tienen problemas de fertilidad por año. Puede que ya estés preocupada, pero aún no es momento de perder la esperanza, porque el problema de la infertilidad para muchas parejas quedó atrás, gracias a nuevas técnicas de reproducción asistida.
Un poco de historia para que veas que hemos avanzado bastante con los problemas de fertilidad. El 25 de julio de 1978, en Inglaterra, nació la primera bebé por fertilización in vitro, que es una de las técnicas de reproducción asistida más utilizadas en el mundo. Uno pensaría que esta maravilla tecnológica y médica ocurrió hace unos pocos años, pero es una técnica que lleva ya casi 50 años existiendo y dando a parejas lo que desean, un bebé sano. Louise Brown fue la primera bebé en el mundo concebida por fertilización in vitro y nos mostró que todas tenemos otras posibilidades en cuestión de reproducción. Aunque este método de fertilización lleva ya 43 años en el mundo de la medicina, la fertilización in vitro aún puede sonar algo alienígena para alguien que sabe poco al respecto. Si estás aquí es porque quieres saber más, por ello adentrémonos un poco en qué es la fertilización in vitro y cuál es su proceso.
Aquí puedes ver un resumen de los pasos de una fertilización in vitro. No te preocupes, sigue leyendo y te explicaré cada paso.
Todo tratamiento que incluya la manipulación del ovocito, la célula reproductiva femenina, fuera del cuerpo de la mujer, se llama técnica de reproducción asistida. La fertilización in vitro es la más común de todas. In vitro es una palabra “rarita”, pero simplemente significa: “fuera del cuerpo”. Por otro lado, la fertilización es la unión del ovocito y el espermatozoide, que es la célula reproductiva masculina. Así, la fertilización in vitro es la unión del espermatozoide y el ovocito fuera del cuerpo de la mujer. Esta unión de células reproductivas da como resultado un embrión. No pienses que es todo un bebé ya construido, un embrión es diminuto y no parece humano aún, en realidad es una pelotita de células. La técnica de fertilización in vitro suena muy sencilla, juntar dos células y listo, pero no te adelantes. Aunque suena fácil de hacer, la fertilización in vitro tiene sus retos, así que te explicaré cómo funciona. Esta técnica de reproducción asistida cuenta con cinco pasos. El primero de todos estos pasos, es la estimulación ovular. A continuación, se realiza la recuperación de los ovocitos. El tercer paso consiste en la inseminación y fertilización. En seguida, se lleva a cabo un cultivo de embriones. Finalmente, se hace la transferencia de embriones. Ahora te preguntarás, qué significa y qué ocurre en cada uno de estos pasos y es una buena pregunta. Por lo tanto, desglosemos paso a paso y veamos qué ocurre en cada uno de ellos.
Obtener las células reproductivas del hombre es muy sencillo, ellos solitos pueden hacerlo, pero, como muchas cosas de la vida, a nosotras nos toca la tarea dura y difícil. Para iniciar, necesitamos conseguir un óvulo y eso ya involucra sus dificultades porque a diferencia de los espermatozoides, los óvulos no salen así como así del cuerpo. Por ello, en el primer paso de la fertilización in vitro se usan medicamentos para estimular la producción de óvulos. Por lo general, el cuerpo hace un óvulo por mes, pero conseguir solamente uno sería un tanto arriesgado. ¿Qué tal que falla el procedimiento?, ¿qué tal que se daña el óvulo?, ¿qué tal que ese óvulo no sea sano?, o tal vez no se implante ese óvulo fecundado. Así que para aumentar las probabilidades de éxito necesitamos muchos óvulos. Ahí es donde entran los medicamentos de estimulación ovárica. Estos medicamentos “le dicen” a los ovarios que produzcan más de un óvulo.
Con los medicamentos para la ovulación se consigue que la mujer ovule muchos óvulos, los cuales se recolectan con una aguja guiada por ultrasonido. En esta imagen todo se aprecia gris, pero si pones atención verás unos círculos. Esas bolitas son los óvulos y podrás percibir que también hay una agujita succionándolos.
Existen dos técnicas, una hormonal y otra con un medicamento llamado agonista de estrógeno, lo que significa que amplifica el poder del estrógeno, este medicamento se llama clomifeno. En el tratamiento hormonal se inyecta un agonista de hormona liberadora de gonadotropinas (GnRHa). Este medicamento causa que la glándula pituitaria, una glándula en el cerebro, empiece a producir grandes cantidades de hormona luteinizante (LH) y hormona folículo estimulante (FSH). La hormona folículo estimulante, como su nombre indica, estimula a los folículos en el ovario para hacer que maduren a óvulos. Puedes pensar a los folículos como óvulos bebé que deben madurar a adultos. La hormona luteinizante causa que los ovarios ovulen, es decir, que los ovarios liberen a los óvulos. De esta manera se consiguen varios óvulos maduros para la fertilización in vitro. De estas técnicas la preferida es el clomifeno. Una vez que se han ovulado los óvulos, es momento de recolectarlos y sacarlos del cuerpo. Recuerda que in vitro significa fuera del cuerpo. Para recuperar los óvulos se realiza una cirugía menor. El médico sedará a la mujer para que no sienta dolor y con ultrasonido se guiará para buscar a los óvulos. Una vez hallados e identificados, con el ultrasonido se guía y usa una aguja para aspirar a los óvulos y sacarlos del cuerpo.
¡Listo, tenemos óvulos! Ahora seguimos hacia el tercer paso de la fertilización in vitro, el cual es la inseminación y fertilización. Llegó el momento de seleccionar a los mejores óvulos, los cuales se pondrán en una mezcla con espermatozoides, esto es la inseminación. Posteriormente, se dejarán unas 12 horas esperando a que un espermatozoide ganador ingrese al óvulo y lo fertilice. En este paso también se toma en cuenta la fertilidad masculina. Si hay infertilidad masculina, donde los espermatozoides andan un poco flojos y no fertilizan solos al óvulo o cuando hay pocos espermatozoides, se realizará una inyección espermática intracitoplasmática. Esto simplemente quiere decir que tu doctor va a ayudar al espermatozoide a entrar al óvulo. En este proceso, con una aguja fina, se introduce el espermatozoide dentro del óvulo. Hoy en día muchas clínicas de fertilidad hacen el proceso de inyección espermática intracitoplasmática aun cuando no haya infertilidad masculina con el simple propósito de asegurar que haya fertilización.
Cuando los espermatozoides son flojos y no nadan muy bien, se les ayuda con una inyección espermática intracitoplasmática, donde se insertan directamente en el óvulo por medio de una micro aguja.
El cuarto paso de la fertilización in vitro es el cultivo de embriones. Una vez que se ha fertilizado el óvulo empieza la división celular. En otras palabras, el embrión empieza a crear muchas nuevas células. De una sola célula deben salir unas 26,000 millones de células. En este momento es importante plantear un estudio genético pre implantación del embrión, también llamado PGT. Como madres y padres no queremos que nuestros hijos tengan problemas de salud o síndromes genéticos. Queremos hijos sanos. Por ello se puede realizar un diagnóstico genético pre implantación o PGT, por sus siglas en inglés. En este caso, el personal de laboratorio tomará una célula y la mandará a analizar para asegurar que el embrión está sano. Según la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (ASRM), este análisis diagnóstico ayuda a los padres a elegir los mejores embriones para así evitar ciertas patologías. También ayuda a evitar transferir síndromes hereditarios. Existen tres tipos de PGT, llamados PGT-A, PGT-M y PGT-SR, todos analizan el material genético del embrión. Puedes aprender más en la página de Nanolab y nuestros blogs. En Nanolab nos especializamos en el diagnóstico de células embrionarias para asegurar que tu futuro bebé esté libre de síndromes genéticos y sea lo más sano posible.
Nuestro material genético se almacena en forma de cromosomas. Cada especie tiene cierto número de cromosomas. Nosotros, los humanos, debemos tener 46 cromosomas. Los análisis PGT analizan a estos cromosomas en número, estructura y contenido. Cuando falla algo en cualquiera de esos tres rubros, se habla de una enfermedad. Con un PGT se pueden seleccionar embriones sanos. También se puede saber el sexo del futuro bebé, si es algo que te interesa.
Finalmente, llegamos al quinto y último paso de la fertilización in vitro, la cual es la transferencia de embriones. En este paso, el médico selecciona a los embriones y los transfiere al útero de la mujer para que continúen su desarrollo y se logre un embarazo. Este proceso inicia con la selección de embriones, se pueden insertar embriones de 3 días o de 5 días. Se suele preferir la inserción de embriones de 5 días, ya que suelen tener un mayor índice de éxito para lograr un embarazo. Te preguntarás, ¿cuántos embriones se insertan?, después de todo el médico extrajo alrededor de 10 a 20 óvulos. La respuesta te puede sorprender, de todos esos óvulos, no todos llegan a embrión, y de los que llegan, no todos sobreviven. En mujeres menores de 37 años, se suelen insertar sólo dos embriones y en mujeres mayores de 37 años, se insertan tres embriones. El proceso para la inserción es simple. Guiado por ultrasonido, el médico inserta un catéter en la mujer. El catéter llega hasta el fondo del útero y ahí se liberan los embriones con la esperanza de que uno se inserte en el útero y comience un embarazo normal. Tal vez te preguntes qué ocurre con los embriones sobrantes. Los embriones sobrantes se preservarán congelados para donar o para futuras transferencias. Con este paso final termina la historia de la fertilización in vitro y comienza la historia de tu embarazo.
Referencias
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