Actualizado 6 de noviembre 2023
Los temas de cáncer de mama ocuparon dos semanas de octubre, es un tema muy importante y merece nuestra atención. No obstante, otra enfermedad que también tiene su mes de concientización en octubre y es menos conocida es la dislexia. Aunque es menos conocida, la dislexia es bastante común en nuestro entorno, ya que es el trastorno del aprendizaje más común. En México, se estima que 5 a 20% de los niños en edad escolar padecen de dislexia. Por tanto, para finalizar octubre y comenzar noviembre, hablaremos un poco sobre este trastorno del aprendizaje.
¿Qué es la dislexia?
La dislexia es un problema del aprendizaje. Esto vuelve difícil el uso de las palabras a través de la lectoescritura, que es una de nuestras formas de comunicación. La comunicación vocal no es única de los humanos, los delfines, ballenas, elefantes, focas y murciélagos son capaces de aprender cientos de vocalizaciones diferentes para comunicarse entre ellos. Podríamos decir que tienen su propio lenguaje secreto que nosotros simplemente no entendemos. Varios animales también logran comprender un poco de nuestro lenguaje humano, como los perros, se cree que pueden aprender alrededor de 165 palabras humanas o 250, si es un super perro genio. No obstante, el único ser vivo en el planeta capaz de leer y escribir es el humano.
Leer es una habilidad necesaria en el mundo moderno y, como la destreza imprescindible que es, se espera que los niños alcancen a dominar esta habilidad. Los colegios basan mucho del potencial de un niño en su habilidad de no sólo leer, sino hacerlo rápido, fluido y con la capacidad de retener información. Muchos niños lo logran con cierta facilidad. Sin embargo, los niños con dislexia se enfrentan a un problema, tienen un trastorno del aprendizaje. En la dislexia, un niño tiene dificultad para descifrar palabras. Lo que esto significa es que no van a tener una lectura fluida, ya que confunden sonidos o letras. Por lo tanto, se considera que la dislexia es la dificultad para poder leer fluidamente debido a la confusión de sonidos o letras. Sin embargo, el niño no va a tener problemas en la comunicación oral y la comunicación no verbal. La dislexia sólo afecta la lectura y la escritura porque se basa en la lectura.
La lectura se ve afectada en la dislexia.
¿Por qué ocurre la dislexia?
La dislexia, al ser un trastorno neurobiológico, claramente afecta al cerebro. El cerebro es un órgano increíblemente complejo, y entender cómo funciona es toda una proeza que requiere años de dedicación e, incluso así, guarda muchos secretos. No obstante, para entender a la dislexia es necesario comprender un poco del cerebro. El cerebro se divide en lóbulos y cada uno tiene diferentes tareas. El lóbulo frontal se encarga de la planeación de nuestros movimientos voluntarios. Por ejemplo, si quieres tomar una botella, el lóbulo frontal planea todos los movimientos a realizar. El lóbulo frontal es el que nos permite vocalizar, ya que mover la boca y lengua son movimientos voluntarios. Otras tareas de las que se encarga son la voluntad y la toma de decisiones. Es la parte del cerebro más tímida porque nos inhibe. Se encarga de que no digamos palabrotas en momentos donde no tienen lugar o hagamos acciones vergonzosas en momentos serios. Ligeramente más atrás, está el lóbulo parietal, que se encarga de las sensaciones. Por él podemos sentir el esponjoso pelo de un perrito, sentir el dulce sabor de un pastel, y se encarga de procesar el dolor, que aunque nos disgusta, nos ayuda a no morir. El lóbulo temporal se encuentra detrás de las orejas y se encarga de la memoria. También es el que nos permite disfrutar de la música y los sonidos. En este lóbulo reside nuestra habilidad para leer y decodificar palabras. Finalmente, el lóbulo occipital está en la nuca y se encarga de que podamos ver; es la parte del cerebro que integra la información que reciben los ojos.
El cerebro se divide en lóbulos y cada uno tiene sus tareas y funciones.
En la dislexia, los neurólogos encontraron que el lóbulo temporal no hace tan bien su trabajo, por lo que cuesta leer y discernir entre sonidos. Por otro lado, el lóbulo frontal sobreactúa; por lo que la vocalización al leer en voz alta falla. Recuerda, el cerebro está interconectado. Las fallas del lóbulo frontal y temporal causan la dislexia. Aunado al cerebro confundido, el niño sufre de nervios, ya que se encuentra ante una situación que sabe le cuesta trabajo y, por el temor a fallar, comienza a inhibirse causando que su lectura sea todavía más desastrosa. La dislexia es una falla en los circuitos del cerebro entre el lóbulo frontal y el lóbulo temporal, estos lóbulos cerebrales son los que se encargan de nuestro lenguaje y nuestra habilidad para entender ese determinado lenguaje.
¿Hay genes involucrados en la dislexia?
Como en muchas otras enfermedades, nuestro conocimiento en la genética humana nos ha permitido entender más sobre esta enfermedad. La dislexia, aunque no lo creas, tiene un gran potencial de heredabilidad. Se calcula que el 80% de los casos son heredados, lo que significa que los padres pasan copias disfuncionales de un gen a sus hijos o hijas. Se han identificado 13 genes asociados a la dislexia, que son genes que ayudan al cerebro a funcionar. Se cree que pronto tendremos pruebas genéticas para poder diagnosticar dislexia. Mientras tanto, descubre los 13 genes asociados a la enfermedad:
DYX 1 un gen que ayuda a leer.
DYX 2 un gen involucrado en la ortografía.
DYX 3 tiene funciones que ayudan en nuestra ortografía.
DYX 4 es un gen que apoya a discernir sonidos.
DYX 5 está asociado a la dislexia, pero no se sabe bien cómo funciona.
DYX 6, al igual que DYX 1, es útil en la lectura.
DYX 7 está asociado, pero de qué manera aún no se conoce.
DYX 8 es un gen que viene en conjunto. Sirve tanto para la lectura, como para comprender sonidos.
DYX 9 es otro gen que ayuda en la lectura.
DCDC2 es un gen asociado a la lectura y es de los más investigados. Los científicos mostraron que este gen tiene las instrucciones para producir una proteína necesaria para la migración de neuronas del lóbulo temporal. DCDC2 manda a las neuronas al lóbulo temporal para que construyan los circuitos necesarios para la habilidad de leer.
KIAA0319 es un gen parecido a DCDC2. Apoya en la migración neuronal para que las neuronas construyan los circuitos del cerebro.
ROBO1 es un gen que se está investigando. La función de este gen es asegurar la conexión entre neuronas. Una disfunción en ROBO1 hace que las neuronas estén en el lugar correcto, pero no se comuniquen bien entre ellas.
¿Cómo se diagnóstica?
Antes de preocuparte por la dislexia, es importante considerar que tu niño o niña simplemente no responde bien a la forma de enseñar o la lectura no captura su interés o se encuentra un poco más rezagado que sus compañeros, pero eso no significa que tenga dislexia. Como muchas habilidades, necesita de práctica. Intenta leer con tu hijo o hija en voz alta para entrenar las habilidades de lectura. Esto no sólo ayudará, sino que fortalecerá tu lazo con tu niño o niña. Otra opción es que reciba clases extra, con esa ayuda hay una gran probabilidad de que esté a la par de sus compañeros. Otra cosa que debes hacer es llevar a tu hijo o hija a que se haga un examen de visión y de audición. Tal vez, el problema está en que necesita lentes y no ve bien o que no escucha bien y no te preocupes de más; la otitis es de la causa más común de sordera en niños y sólo necesita liberar aire del oído. Puedes leer sobre la otitis y los problemas de aprendizaje aquí. Si practicar la lectura, las clases extra no funcionan, y además los exámenes de la vista y la audición son normales, puedes empezar a pensar que se trata de dislexia.
El cerebro y la mente están interconectados; aún no las entendemos del todo. El DSM-5 es el manual que se utiliza para diagnosticar enfermedades psiquiátricas y mentales. Aunque una enfermedad psiquiátrica suena fuerte, es aquí donde están los criterios de diagnóstico de la dislexia. Este manual tiene 4 criterios para diagnosticar un desorden del neurodesarrollo:
Dificultad en la lectura, escritura, matemáticas o cálculo que persisten más de 6 meses y no mejoran con ayuda extra.
Afecta considerablemente el rendimiento académico demostrado por exámenes estandarizados para su grupo de edad.
Los problemas de aprendizaje empezaron desde los primeros años escolares.
Se descartaron desórdenes intelectuales, visuales, auditivos y motores.
La confusión de sonidos, letras y palabras son señales de dislexia, pero antes hay que investigar a fondo.
Así que para el diagnóstico: las profesoras de tu hijo o hija serán en extremo valiosas, ya que son las que más saben respecto a su historia académica. También puedes esperar que a tu hijo o hija le hagan análisis de habilidades orales, donde se observa su comunicación como locutor y cómo procesa lo que otros le dicen como receptor. También se le realizará un análisis de reconocimiento de palabras que tanto en niños sin dislexia, como en niños con dislexia sale normal, pero los niños con dislexia tardan más tiempo en resolver el examen. Otro análisis que se efectúa es uno de decodificación de palabras en el que se usan palabras extrañas o inventadas para ver la habilidad que tiene el niño para usar los sonidos del abecedario y de las letras que ya conoce para pronunciar la palabra inventada o extraña. Un examen de deletreo también es común para el diagnóstico de la dislexia, ya que estos niños tienen dificultad para deletrear. Finalmente, se realiza un examen de velocidad de lectura y comprensión lectora. Juntos, todos estos exámenes dan el diagnóstico de dislexia.
Juega el test de Harris con tu hijo o hija
La consolidación de la lateralidad se asocia con una menor predisposición a la dislexia. Te preguntarás qué significa esto y la respuesta es muy simple. La lateralidad es el lado del cuerpo al que tenemos afinidad por usar, ya sea la parte derecha o la izquierda. Si siempre usamos la derecha, somos diestros; si usamos siempre la izquierda, somos zurdos. ¿Cuál es la relación con la dislexia? Resulta que se ha observado que los niños que usan ambos lados y no tienen preferencias por uno u otro tienen más predisposición a la dislexia. El test de Harris se utiliza para evaluar qué tan consolidada está la lateralidad en los niños. Este test evalúa si existe predominio por la derecha o la izquierda. Para la evaluación del test se divide en 4 secciones y cada una mide la lateralidad de diferentes partes del cuerpo siendo estas regiones las manos, pies, ojos y oídos.
El test de Harris es un juego para niños de primaria que permite que un adulto observe si el niño es diestro o zurdo. Los niños sin predilección por un lado, suelen tener más predisposición a la dislexia.
Si en los juegos el niño siempre usa la el lado derecho, se dice que tiene lateralidad derecha afirmada. Pasa lo mismo si es con el lado izquierdo, será lateralidad izquierda afirmada. Si casi siempre es diestro o predominantemente es zurdo, se dice que tiene la lateralidad mal afirmada, pero eso aún es normal. Sin embargo, si utiliza ambos sin predominio, se dice que tiene lateralidad cruzada y eso sí se asocia a la dislexia. Para ver el test de Harris y sus instrucciones: http://eslaweb.com/verDoc.aspx?id=1856&tipo=2
¿Cuál es el tratamiento?
No hay un tratamiento farmacológico para la dislexia. En su lugar, se debe informar a los profesores para que estos apoyen al niño en cuestión. La psicoterapia puede ayudar a los niños. Sin embargo, lo más importante es practicar la lectura y el deletreo. Esto se puede llevar a cabo con un especialista en lenguaje que ayude con ejercicios de lectura y deletreo al menos una vez por semana. Crear un ambiente lector familiar también ha mostrado ser de ayuda en familias donde la dislexia es común. Aunque tu hijo o hija se enfrentará a más desafíos que otros, no debes preocuparte en exceso; los niños con dislexia llegan a ser profesionales en diversas áreas, desde médicos hasta locutores de radio.
Referencias
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