Dilo, amigo cocodrilo, tu día ha llegado: el Día del Cocodrilo. Esta fecha especial, conmemorada el 17 de junio, se utiliza para atraer atención a estos grandes reptiles. Son un grupo de animales que sobrevivió al gran asteroide que acabó con los dinosaurios y marcó el fin del Cretácico. Sin embargo, a los cocodrilos les ha ido peor con los humanos que con un asteroide cataclísmico, ya que hoy en día muchas especies están amenazadas o en peligro de extinción. En Nanolab nos importa el medioambiente y nos sorprende la biodiversidad. Para entretenernos un rato, aprender un poco y maravillarnos, revisemos 30 datos curiosos sobre los cocodrilos.
Los cocodrilos, junto con las aves, pertenecen a un grupo de animales llamado Arqueosauria. En este grupo están agrupados los dinosaurios, por lo que un cocodrilo es como ver una ventana al pasado, ya que son lo más similar a un dinosaurio que hoy tenemos.
El genoma es todo nuestro ADN. Está compuesto por exones, que contienen información para formar proteínas, e intrones, que carecen de información relevante. El genoma del cocodrilo es el más estable de todos los vertebrados, ya que no ha cambiado en millones de años. En contraste, el genoma de las aves sí se ha modificado.
Dado que los cocodrilos sobrevivieron al asteroide que causó la extinción del Cretácico, también han tenido la habilidad de sobrevivir a las glaciaciones del planeta. Los cocodrilos han logrado soportar temperaturas muy variables.
Si estudias biología, descubrirás que la mayoría de los reptiles tienen un corazón de tres cámaras, en lugar de cuatro cámaras, como nosotros. Este tipo de corazón es menos eficiente, dado que mezcla la sangre oxigenada con la sangre desoxigenada. Sin embargo, los cocodrilos son los únicos reptiles que tienen un corazón moderno, similar al de las aves y los mamíferos.
A pesar de ser animales prehistóricos, los cocodrilos son sorprendentemente modernos. Son el único reptil que ha desarrollado un diafragma, el músculo que permite respirar en los mamíferos y aves.
Hay animales que han cambiado mucho, pero no es el caso del cocodrilo y su genoma tan estable.
El diafragma del cocodrilo es único. En lugar de expandir los pulmones tirando de ellos, los cocodrilos jalan su hígado hacía el pubis para que sus pulmones tengan más lugar para expandirse. Este proceso se conoce como respiración de pistón hepático y se cree que es la forma en la que los dinosaurios respiraban.
Los cocodrilos tienen la fuerza de mordida más potente del mundo, venciendo a osos, tiburones y tigres. Los cocodrilos marinos llegan a tener una mordida con una fuerza de 16 000 Newtons. Los humanos, con suerte, llegamos a 700 Newtons de fuerza.
Los dientes de los cocodrilos son filosos, pero no desgarradores, como los de un tiburón. Esto permite que los dientes perforen la piel y músculo, pero no desintegren el tejido. De lo contrario, una presa podría perder un buen trozo, pero salir viva. En su lugar, el cocodrilo la mantiene en su sitio, atrapada por una gran fuerza. Aunque el animal intente zafarse, no podrá, ya que los dientes del cocodrilo no cortan, sino que solo empalan.
Los cocodrilos son de los animales más parlanchines. Cuentan con diferentes vocalizaciones para comunicarse entre ellos. Por ejemplo, los bebés hacen sonidos para atraer a su madre durante el nacimiento, mientras que los jóvenes pueden pedir ayuda a cocodrilos mayores si son atacados; suena similar a un juguete de perro y puedes escucharlo aquí.
Aunque podríamos pensar que los cocodrilos son bastante brutos, tienen habilidades cognitivas avanzadas. Son capaces de aprender horarios e incluso de crear trampas para aves. Las atraen con material para sus nidos y no son tontos, sólo usan tal técnica cuando es temporada de anidación.
Los cocodrilos ponen ramitas sobre su hocico para atraer a las aves. El ave que intente sacar una rama del agua es devorada.
Contrario a los humanos, los cocodrilos carecen de cromosomas sexuales. En su lugar, el sexo de los cocodrilos es determinado por la temperatura del ambiente; no por factores genéticos. Temperaturas menores de 30 grados Celsius generan hembras, mientras que las superiores a 33 grados dan como resultado machos.
No creas que la genética no juega ningún papel en la diferenciación sexual de los cocodrilos. Se hipotetiza que tienen genes que responden a la temperatura.
Los cocodrilos no pueden sudar y, como los perros, regulan su temperatura jadeando. Aunque no sudan, tienen una glándula en la boca para desechar el exceso de sal.
El estómago de los cocodrilos es el más ácido de cualquier vertebrado, llegando a ser 10 veces más ácido que el nuestro. Para lograr acidificar tanto, el cocodrilo cuenta con una arteria que desvía sangre desoxigenada rica en dióxido de carbono al estómago para acidificar velozmente.
Gracias a su potente estómago, logran desintegrar pelo, huesos y hasta pezuñas de animales.
La temperatura decide el sexo del cocodrilo y no un cromosoma.
Un estudio encontró que los cocodrilos tienen sueño unihemisférico. Se trata de un sueño bastante peculiar en el que sólo se duerme una mitad del cerebro, mientras que la otra sigue alerta. Es una habilidad que han desarrollado aves y mamíferos acuáticos para poder descansar y seguir realizando otras actividades.
En el antiguo Egipto, existió la ciudad Cocodrilópolis. Fue un lugar de veneración para los cocodrilos, en específico para el dios Sobek, que era un humano con cabeza de cocodrilo. Hoy en día, El-Fayum es la ciudad que ocupa el lugar de esta antigua ciudad.
El dios egipcio Sobek era patrón del río Nilo, la fertilidad y protegía contra los males por medio de magia.
En la cultura azteca existía un monstruo marino mitad cocodrilo mitad pez llamado Cipactli. Es un símbolo cosmológico y simbolizaba a la Tierra flotando en las aguas de la creación. Con este símbolo comenzaba el calendario azteca.
La expresión “Lágrimas de cocodrilo” se utiliza para hablar de lágrimas fingidas. Viene de la creencia de que los cocodrilos lloran tras matar a otro animal. Aunque se usa como frase, existe un síndrome médico que lleva este nombre: síndrome de las lágrimas de cocodrilo.
Cocodrilópolis fue una ciudad para venerar al dios Sobek, patrón del Nilo.
El síndrome de las lágrimas de cocodrilo ocurre en ciertas personas que se están recuperando de una parálisis facial. Al comer o beber, la persona afectada derrama lágrimas. También recibe el nombre de síndrome de Bogorad o lagrimeo gustativo.
El síndrome de las lágrimas de cocodrilo sucede cuando el nervio facial se daña y, durante su recuperación, en lugar de inervar las glándulas salivales, inerva las glándulas lagrimales. Por lo que cada vez que se come, envía impulsos erróneos a las glándulas lagrimales y la gente llora.
Los cocodrilos rara vez desarrollan cáncer. Son increíblemente resistentes a todo lo tóxico para el ADN y las células. Son capaces de soportar metales pesados, infecciones, contaminación e incluso altos niveles de radiación. Por algo sobrevivieron a un asteroide durante el Cretácico.
Dado que los cocodrilos soportan tan bien lo dañino para las células, parte de la búsqueda de medicamentos contra el cáncer recae en ellos. Su sangre es capaz de matar células tumorales. Esto nos muestra lo importante de la bioconservación, ya que no sabemos qué animal puede tener la llave para muchos de nuestros problemas.
Las proteínas KT2, TR2 y RP9 son producidas por el sistema inmune de los cocodrilos. Aunque su función principal es protegerlos de bacterias fulminantes, como el vibrio, bacteria que causa cólera, tienen tanta potencia anticelular que son capaces de matar células cancerígenas.
Las aguas donde habitan los cocodrilos presentan bacterias peligrosas. Estos animales tienen proteínas inmunes con tanta potencia que no solo matan bacterias, sino también el cáncer.
Hay muchos cocodrilos en peligro de extinción, pero otros son más abundantes e incluso comestibles. En ciertas partes del mundo, la carne del cocodrilo es un platillo. Varios países africanos, como Zimbabue, tienen granjas para la crianza de cocodrilos. En Australia también es una carne que se puede consumir.
Contrario a las vacas, pollos y cerdos, las granjas de cocodrilos parecen no requerir del uso de medicamentos u hormonas para su función. Los cocodrilos están bien protegidos gracias a su sistema inmune.
Si eres alérgico al pollo, lo más seguro es que seas alérgico a la carne de cocodrilo. Después de todo, son evolutivamente cercanos. Ambos comparten una proteína llamada alfa parvalbúmina, la cual, en ciertas personas, genera alergia.
Los cocodrilos presentan osteodermos o, en términos simples, huesos en la piel. Estos les confieren una armadura. Además, podrían ser útiles para estudiar qué sucede en la osificación heterotópica, una condición donde aparece hueso donde no debería haber y los tejidos blandos se osifican (vuelven hueso). Esta patología se puede ver en ciertos traumas y es una forma errónea de sanación de heridas por parte del cuerpo.
Los cocodrilos son una máquina de supervivencia. Han sobrevivido a todo. Han logrado sobrevivir a impactos de asteroides, radiación, glaciaciones, bacterias, cáncer y otros animales. Sin embargo, los humanos han demostrado ser una de sus debilidades, ya que han conseguido llevar a varias especies al riesgo de desaparecer. Por ello, es importante cuidar de estos fósiles vivientes y sus hábitats.
El cocodrilo y el pollo, aunque no se parecen, son evolutivamente muy cercanos y comparten proteínas. Si eres alérgico al pollo, lo más seguro es que también lo seas al cocodrilo.
Referencias
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