Nanolab sigue informándote sobre enfermedades raras, y en esta ocasión te hablamos sobre el síndrome de Williams. Esta condición genética, diagnosticable en Insight, nuestra línea de enfermedades genéticas raras, está relacionada con peculiaridades físicas y de personalidad que, se dice, ha inspirado a elfos y hadas. Por estas características, el síndrome de Williams también es conocido como "el síndrome del hada o elfo". ¡Acompáñanos a descubrir más sobre esta fascinante condición!
El síndrome del hada o el elfo
El síndrome de Williams recibe de manera cariñosa el nombre de “síndrome del hada” o “síndrome del elfo”, aunque en la terminología médica esos términos no son adecuados. Estos nombres se inspiran en ciertas características físicas, denominadas élficas, que incluyen: labios grandes, rostros redondos, pómulos grandes, barbillas pequeñas, orejas puntiagudas y estatura baja. Además, estas personas destacan por tener una naturaleza altamente sociable, empática y amable, así como talento musical y narrativo. Estas características han hecho que algunos autores e investigadores propongan que el mito del hada y el elfo se haya originado de niños con este síndrome genético.
La genética del síndrome de Williams
El síndrome de Williams es causado por una microdeleción cromosómica, un fenómeno donde se pierde un pequeño fragmento de un cromosoma. Para entenderlo, es útil saber cómo se guarda el ADN. El ADN es una molécula muy grande, contiene todas las instrucciones (genes) para formar un organismo, para que quepa en una diminuta célula, se comprime en la forma de cromosomas. Los humanos poseemos, en condiciones normales, 46 cromosomas. En una microdeleción, el cromosoma sigue presente, pero pierde una pequeña porción de su información genética. Esto la diferencia de una aneuploidía, donde se pierde o gana un cromosoma completo. En el caso del síndrome de Williams, la microdeleción ocurre en el cromosoma 7, eliminando alrededor de 25 genes, lo que genera las características físicas y mentales asociadas a este síndrome.
Dentro de los genes que se pierden en la microdeleción que origina el síndrome de Williams, resalta el gen ELN, encargado de la producción de elastina. La elastina es una proteína que proporciona elasticidad a los tejidos, lo que les permite expandirse y regresar a su forma original. Los tejidos con más elastina son las arterias, los pulmones y la piel, siendo las arterias las más impactadas ante la pérdida de esta proteína.
Las grandes arterias mueven grandes volúmenes de sangre a altas presiones, y la elastina les permite adaptarse a esas demandas. Cuando las arterias carecen de elastina, se vuelven rígidas y desarrollan estenosis, dificultando el movimiento de la sangre. Como respuesta compensatoria, el corazón debe trabajar más, aumentando la presión arterial y elevando el riesgo de complicaciones como infartos.
Los genes GTF2I y GTF2IRD1 suelen perderse en la microdeleción que causa el síndrome de Williams y están vinculados a los comportamientos típicos de esta condición. Ambos genes participan en el ciclo celular y el desarrollo neuronal. Su ausencia provoca discapacidad intelectual, que varía entre leve y moderada, además de comportamientos característicos como hipersociabilidad, altos grados de afección a personas conocidas, desinhibición y dificultad para comprender normas sociales. Curiosamente, si la microdeleción es pequeña, y estos genes no se ven afectados, los niños carecen de discapacidad intelectual y de hipersociabilidad. Sin embargo, continúan enfrentándose a desafíos sociales, especialmente en la comprensión de normas sociales.
BAZ1B es otro de los genes que se pierden con la microdeleción del síndrome de Williams, y su función es especialmente importante durante el desarrollo fetal. El trabajo de este gen es apoyar la migración celular, el proceso donde las células se desplazan a sus posiciones correctas en el cuerpo en formación. Se cree que su ausencia altera este proceso, lo que resulta en un desarrollo facial atípico, generando las características faciales élficas descritas en este síndrome.
Finalmente, el gen STX1A también puede perderse en la microdeleción asociada al síndrome de Williams y está asociado a la ansiedad. Este gen es necesario para secretar neurotransmisores y hormonas, moléculas que regulan muchos procesos del organismo. Su ausencia interfiere con la comunicación entre neuronas, lo que puede causar ansiedad y, en algunos casos, predisponer a otras enfermedades mentales. Además, en el sistema digestivo, esta deficiencia puede alterar el metabolismo de los azúcares.
Síntomas del síndrome de Williams
Dado que la microdeleción del cromosoma 7 implica la pérdida de múltiples genes, el síndrome de Williams afecta a todo el cuerpo. Aunque algunos síntomas son más evidentes y otros requieren atención médica especializada.
Estenosis de la aorta: es el mayor riesgo al que se enfrentan estos pacientes, ya que causa hipertensión y aumenta el riesgo de infartos, no solo al corazón, sino a otros órganos.
Disfunción ventricular: puede ocurrir si no se atiende la estenosis aórtica y hace que el corazón tenga dificultades para bombear sangre.
Facie élfica: incluye todos los cambios estructurales del rostro, como una mandíbula pequeña, cara redonda, pómulos grandes, frente ancha, orejas puntiagudas y labios carnosos.
Problemas sociales.
Ansiedad.
Depresión.
Hipersociabillidad.
Desinhibición.
Discapacidad intelectual leve a moderada.
Baja estatura.
Frecuencia urinaria alta.
Enuresis (hacerse pipí).
Piel suave.
Piel fotosensible.
Diagnóstico para el síndrome de Williams
Aunque el síndrome de Williams tiene características evidentes, muchas veces pasa desapercibido y no se diagnostica. Idealmente, debería diagnosticarse en la infancia, pero la mayoría de los pacientes no reciben un diagnóstico hasta la niñez o adolescencia. Un factor que contribuye a esto es la falta de conocimiento entre el personal de salud, lo que dificulta su identificación. Además, es importante recordar que, aunque el promedio de genes perdidos es de 25, algunos pacientes pueden presentar otro número de genes faltantes, lo que hace que los pacientes no se comporten siempre igual, dificultando aún más el diagnóstico.
Para diagnosticar el síndrome de Williams, lo mejor es acudir a consulta genética. Un genetista podrá reconocer los síntomas y solicitar las pruebas necesarias para realizar un diagnóstico preciso. Existen múltiples pruebas genéticas para confirmar esta enfermedad, pero las más precisas son la FISH y el microarreglo cromosomal. La técnica FISH utiliza sondas fluorescentes que se unen a los genes que típicamente se pierden con la microdeleción asociada al síndrome de Williams. Si el cromosoma brilla, significa que los genes están presentes y el síndrome se descarta. En cambio, si el cromosoma no brilla, es porque la sonda no se ha unido, indicando que los genes no están presentes, lo que confirma el diagnóstico. El microarreglo cromosomal, por su parte, compara los genes del paciente con los de un control (genes normales); si la comparación es anormal, se sabe que los genes faltan.
En Nanolab, contarás con genetistas clínicos con los que podrás consultar para que te apoyen en diagnósticos, tratamientos y pronósticos. A través de la línea Insight, tendrás acceso a las pruebas genéticas necesarias para conseguir el diagnóstico más acertado para tu caso.
Referencias
Wilson M, Carter IB. Williams Syndrome. [Updated 2023 Jun 26]. In: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2024 Jan-. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK544278/
Kozel, B. A., Barak, B., Kim, C. A., Mervis, C. B., Osborne, L. R., Porter, M., & Pober, B. R. (2021). Williams syndrome. Nature reviews. Disease primers, 7(1), 42. https://doi.org/10.1038/s41572-021-00276-z
Morris C. A. (2010). Introduction: Williams syndrome. American journal of medical genetics. Part C, Seminars in medical genetics, 154C(2), 203–208. https://doi.org/10.1002/ajmg.c.30266
Souza, Deise & Moretti-Ferreira, Danilo & Rugolo, Ligia. (2007). Fluorescence in situ hybridization (FISH) as a diagnostic tool for Williams-Beuren Syndrome. Genetics and Molecular Biology - GENET MOL BIOL. 30. 10.1590/S1415-47572007000100005.
Miller, D. T., Adam, M. P., Aradhya, S., Biesecker, L. G., Brothman, A. R., Carter, N. P., Church, D. M., Crolla, J. A., Eichler, E. E., Epstein, C. J., Faucett, W. A., Feuk, L., Friedman, J. M., Hamosh, A., Jackson, L., Kaminsky, E. B., Kok, K., Krantz, I. D., Kuhn, R. M., Lee, C., … Ledbetter, D. H. (2010). Consensus statement: chromosomal microarray is a first-tier clinical diagnostic test for individuals with developmental disabilities or congenital anomalies. American journal of human genetics, 86(5), 749–764. https://doi.org/10.1016/j.ajhg.2010.04.006
Pujari SH, Agasthi P. Aortic Stenosis. [Updated 2023 Apr 16]. In: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2024 Jan-. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK557628/
Latson, J. (2017). How a real genetic disorder could have inspired fairy tales. Time Magazine. Retrieved 2024, from https://time.com/4823574/mythology-williams-syndrome/.
Tonelli, R., Kosuri, K., Wei, S., & Chick, D. (2009). Fish analysis di george syndrome.jpg From Wikimedia Commons, the free media repository. Wikimedia Commons. Retrieved 2024, from https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Fish_analysis_di_george_syndrome.jpg.
Figure 2. Result of FISH analysis using LSI probe (TUPLE 1) from DiGeorge/velocardiofacial syndrome critical region. TUPLE 1 (HIRA) probe was labeled in Spectrum Orange and Arylsulfatase A (ARSA) in SpectrumGreen as control. Absence of the orange signal indicates deletion of the TUPLE 1 locus at 22q11.2. Tonelli et al. Journal of Medical Case Reports 2007 1:167 doi:10.1186/1752-1947-1-167
Comments