Síndrome de Liddle: Una Mirada a la Hipertensión de Origen Genético
- Juan Pablo Dovarganes Quiepo
- May 5
- 6 min read

Aunque muchos creen que la hipertensión es una enfermedad exclusiva de las personas de edad avanzada, esto no siempre es así. La mayoría de los casos de hipertensión se deben a dietas desbalanceadas, falta de ejercicio y el avance de la edad. Sin embargo, existe la hipertensión de origen genético, que puede manifestarse desde una edad temprana. Descubre con ayuda de Nanolab el caso del síndrome de Liddle, una enfermedad genética que afecta al riñón y causa hipertensión desde la infancia.
El riñón y la presión arterial
La mayoría cree que el riñón solo sirve para formar orina, una tarea que puede sonar poco relevante, pero está lejos de ser verdad. El riñón es un órgano increíblemente vital para el funcionamiento del cuerpo. Actúa como una planta purificadora, filtrando la sangre para eliminar todos los desechos. Lo que el riñón elimina de la sangre es lo que finalmente se convierte en orina, por lo que una de sus tareas es limpiar nuestro cuerpo. Sin embargo, está no es la única función.
El riñón es un órgano con muchas funciones endórcinas, ya que produce diversas hormonas. Por ejemplo, produce eritropoyetina, una hormona que activa la producción de glóbulos rojos en los huesos, específicamente, en la médula ósea. Muy importantes son las hormonas que mantienen la presión arterial en niveles adecuados, adaptándose a las diferentes necesidades del cuerpo. Cuando el riñón detecta una disminución en el flujo sanguíneo, percibe una bajada en la presión arterial. Para elevarla, libera una hormona llamada renina, que activa una proteína de la sangre conocida como angiotensina I. En los pulmones, existe una enzima que convierte la angiotensina I en angiotensina II. Esta hormona hace que los vasos sanguíneos se constriñan, aumentando así la presión arterial. Además, la angiotensina II activa otra hormona denominada aldosterona, que hace que los riñones retengan sal y reduzcan su excreción por la orina.

La sal, el riñón y la presión arterial
Seguramente has escuchado que la sal es mala para la presión arterial. En México, incluso ya no hay saleros en los restaurantes. Se trata de una medida de salud pública para intentar frenar la epidemia de hipertensión. Pero, ¿qué relación tiene la sal con la hipertensión?
La sal de mesa es un compuesto de sodio y cloro (NaCl). El sodio tiene la capacidad de atraer agua, lo que explica por qué eleva la presión arterial. Aunque suena un poco extraño, te lo explicamos: el sodio es un soluto y la sangre un solvente. Imagina un vaso con agua. Si añades sal al agua, esta parece desaparecer. Lo que ocurre es que forma una solución de agua salada. Si continúas añadiendo sal, llegará un punto en que no se disolverá porque habrá más soluto que solvente. Para restaurar el equilibrio, tendrías que agregar más agua.
Nuestros vasos sanguíneos y la sangre funcionan de manera similar. Cuando el sodio ingresa a la sangre, debe disolverse. Para mantener el equilibrio y evitar que haya más soluto que solvente, el cuerpo introduce más agua en los vasos sanguíneos. Esto permite que el sodio siempre esté disuelto. Sin embargo, el exceso de agua aumenta la presión sanguínea, ya que hay más sangre en los vasos. Puedes pensarlo como el caudal de un río: si no llueve el caudal es tranquilo y pequeño, pero si hay una tormenta y se llena de agua, puede tornarse peligroso y violento.
Para mantener los niveles de sal en equilibrio dentro del cuerpo, el riñón se encarga de eliminar o retener sal. Si la presión arterial es baja, el riñón activa el sistema hormonal de renina-angiotensina-aldosterona. La aldosterona hace que el riñón active una proteína llamada ENaC, un canal que permite recuperar el sodio de la orina en formación para devolverlo a la sangre. De esta forma, el riñón retiene más agua y el cuerpo introduce más agua en los vasos sanguíneos, aumentando así la presión arterial. Cuando la presión sanguínea vuelve a la normalidad, el sistema renina-angiotensina-aldosterona se frena y las células del riñón destruyen los canales ENaC, deteniendo la recuperación de sodio y optando por excretar sal por la orina.

¿Qué causa el síndrome de Liddle?
El síndrome de Liddle provoca una mutación en los canales ENaC, volviéndolos casi indestructibles. Tres genes, SCN1A, SCN1B y SCNN1G, producen el canal ENaC. Las proteínas resultantes de estos genes contienen una “colita”, conocida como secuencia rica en prolina. Lo importante de esta colita es que es una secuencia que las células del riñón reconocen para destruir los canales.
Las células constantemente se limpian a sí mismas para eliminar proteínas que ya no sirven o ya cumplieron su función. Para destruir proteínas viejas, poseen una proteína llamada proteosoma, que actúa como una trituradora. Para que el proteosoma funcione correctamente, las células deben marcar las proteínas que deben ser destruidas. Esto se realiza mediante una proteína de marcaje denominada ubiquitina. Si el proteosoma detecta ubiquitina, destruye la proteína unida a ella.
Para destruir al canal ENaC y detener el ingreso de sodio al cuerpo, las células del riñón deben marcar el canal con ubiquitina. El lugar donde se coloca esta ubiquitina es la colita de prolina. Sin esta colita, las células renales no pueden marcar el canal ENaC para su destrucción, por lo que el canal continúa funcionando indiscriminadamente, permitiendo la entrada de sodio sin control al cuerpo. Esta es la razón por la que el síndrome de Liddle causa hipertensión: las personas carecen de la colita de prolina en sus canales ENaC y no pueden detenerlos, lo que resulta en exceso de sodio y agua en los vasos sanguíneos.

Los riesgos de la hipertensión
La hipertensión es una enfermedad silenciosa y peligrosa, conocida como la “asesina silenciosa" por su capacidad de generar:
Infartos vasculares
Falla cardíaca
Infartos cerebrales
Aneurismas y ruptura de la aorta
Coartación y ruptura de la aorta
Daños a los riñones y falla renal
Dolor de cabeza
Destrucción de pequeños vasos, lo que puede causar hinchazón.
Mayor riesgo de sufrir una trombosis
Es importante monitorear la presión arterial al envejecer. Sin embargo, las personas con síndrome de Liddle podrían no saber que son hipertensas, ya que la hipertensión se suele buscar y monitorear en personas de mayor edad. Las personas con síndrome de Liddle nacen con esta patología y tienen hipertensión arterial constantemente, incluso durante la infancia. Es crucial explorar las causas de hipertensión en niños y adolescentes, porque no es común en este grupo de edad.
Diagnóstico genético para el síndrome de Liddle
No siempre se realiza un diagnóstico genético para el síndrome de Liddle, ya que se puede diagnosticar mediante otros análisis, como el análisis de orina, sales y el perfil hormonal. Sin embargo, el estudio genético puede ofrecer ciertas ventajas y es recomendable en algunos casos.
Cuando el síndrome de Liddle es leve o moderado, puede ser difícil de diagnosticar, porque la hipertensión puede ser moderada. Un estudio genético permite evaluar si realmente se trata de este síndrome o de otra patología. Además, el estudio genético ofrece la ventaja de identificar la mutación puntual que lo ha causado. Una vez identificada, un médico puede seleccionar tratamientos más precisos y proporcionar pronósticos más claros.

Una consideración importante es la planificación familiar. El síndrome de Liddle es una enfermedad genética autosómica dominante, lo que significa que es común que los hijos la hereden. Un médico genetista puede evaluar riesgos, preparar planes de acción y encontrar métodos para evitar que el síndrome de Liddle se transmita a los hijos. En caso de no ser posible, puede ayudar a estar preparados para que los hijos reciban tratamiento de manera temprana y oportuna.
En Nanolab, a través de la línea de enfermedades raras, Insight, ofrecemos estudios genéticos para el síndrome de Liddle y muchas otras condiciones genéticas utilizando la secuenciación del exoma. Además, en nuestros laboratorios no solo contarás con estudios genéticos de última generación, sino que también tendrás acceso a consultas genéticas con un médico genetista que te guiará y apoyará durante todo el proceso. Puedes agendar una consulta médica genética desde aquí.
Referencias
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