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EL CAMBIO SOCIAL Y LA HORA DE TENER HIJOS

Updated: Jun 12, 2023

En Actualizado 12 de junio 2023

cuaderno, taza de café, lentes, planta t reloj de arena. Cambios de mentalidad

La fertilidad se define como la capacidad de producir hijos e hijas y hoy en día es un tema de conversación relevante. No tanto por la fertilidad, sino por los problemas que conlleva. La infertilidad, según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés), es la incapacidad de concebir mientras se tienen relaciones sexuales sin protrección por más de un año. En México, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Medicina de la Reproducción (AMMR), entre 4 y 5 millones de parejas tienen problemas de fertilidad cada año. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha llegado a proclamar la infertilidad como un problema de salud global, significa en la actualidad un problema mundial que afecta a una gran cantidad de la población. ¿Por qué se ha vuelto la infertilidad un problema moderno? La realidad es que la sociedad ha cambiado, la pareja promedio cada vez tiene menos hijos y la edad en que las parejas logran un embarazo ha aumentado. Por ello, hablemos de cómo la edad y los cambios en la sociedad han impactado en la fertilidad.


Padres cargando en la espalda a sus niños pequeños

La fertilidad está ligada a cómo funciona una sociedad, desde cómo es el concepto de familia hasta como funciona económicamente tal sociedad. Si nos remontamos a siglos atrás, a las sociedades más prehistóricas donde no hay en si una economía sino que se basa en un grupo homogéneo donde parte recolecta y parte caza y todos consumen, se vive todo como una gran familia grupal. La fertilidad empieza a tornarse más importante en una sociedad donde empiezan a existir núcleos familiares. Con la agricultura estos núcleos empiezan a definirse mejor. En una sociedad agrícola mientras más hijos, más personas pueden trabajar para un logro común. Con la llegada de la industrialización llega un cambio en el trabajo, la economía y en cómo funciona la sociedad. La automatización hace que las personas se tornen más innecesarias y causa que los trabajos se vuelvan más específicos y complejos. En la era industrializada tener una familia numerosa se torna en una desventaja, por lo que las familias se tornan más pequeñas. Si los trabajos son más complejos y requieren más preparación, el adulto tiene que dedicarle más tiempo al estudio y a conseguir experiencia, por lo que la edad para empezar a crear una familia se aplaza. Llegamos a la era postmoderna y lo que se observa es que las familias más pequeñas (dos hijos o menos) son las que experimentan un mayor bienestar. Las familias pequeñas tienen mejor nutrición, más dinero, mejores tiempos de recreación y mayor educación.


La fertilidad está ligada a cómo funciona una sociedad, desde cómo es acuñado el concepto de familia hasta cómo funciona económicamente tal sociedad. Si nos remontamos a siglos atrás, a las sociedades prehistóricas, donde no existía como tal una economía, sino que se basaba en un grupo homogéneo donde un sector de esa sociedad precaria recolecta y otro caza y todos consumen, la interacción se comporta como un todo, como una gran familia grupal. La fertilidad empieza a tornarse más importante en una sociedad donde comienzan a existir núcleos familiares. Con la agricultura estos núcleos empiezan a definirse mejor. En una sociedad agrícola, mientras más hijos, más personas pueden trabajar para alcanzar un logro común. Con la llegada de la industrialización, llega un cambio en el trabajo, en la economía y en cómo funciona la sociedad. La automatización hace que las personas sean prescindibles de su labor productiva y causa que los trabajos se vuelvan más específicos y complejos, con lo que surge la especialización y los obreros calificados. En la era industrializada tener una familia numerosa se transforma en una desventaja, por lo que las familias se tornan más pequeñas. Si los trabajos son más complejos y requieren más preparación, el adulto tiene que dedicarle más tiempo al estudio y a conseguir experiencia, por lo que la edad para empezar a crear una familia se aplaza. Llegamos a la era postmoderna y lo que se observa es que las familias más pequeñas (dos hijos o menos) son las que experimentan un mayor bienestar. Las familias pequeñas tienen mejor nutrición, más dinero, por tanto se incrementa su poder adquisitivo, lo que se traduce, entre otras cosas, en mejores tiempos de recreación y mayor educación.


Mujeres de diferentes razas cruzadas de brazo celebrando el empoderamiento de la mujer

Otro gran cambio en nuestra sociedad es cómo la mujer se ha ido empoderando y su rol ha cambiado. La mujer ha pasado de tener un rol de trabajar en la casa, ser la madre y el ama de casa, a ser una gran fuerza en el trabajo. Aunque hoy en día aún existen discrepancias en la equidad de género, la realidad es que la mujer tiene muchas más oportunidades y en gran medida, las preocupaciones de este grupo social se han modificado significativamente. La meta de muchas mujeres ha transitado de ser madre y casarse, a ser una trabajadora, tener una carrera y ser una profesional. Por lo tanto, la procreación queda en una meta secundaria o aplazada. Ser madre, lograr una carrera y trabajar, aunque no imposible, es muy complicado, en consecuencia la edad para tener hijos ha cambiado.


Una investigación del New York Times titulada “The Age That Women Have Babies: How a Gap Divides America”, investigó cómo había cambiado la edad para concebir hijos en los últimos 40 años. Lo que encontró este estudio fue que la edad para tener el primer hijo o hija había variado drásticamente. En 1980, la edad donde la mayoría de las mujeres tenían su primer hijo era a los 19 años, lo que se traduce en el 8% de la población, si se toman rangos de edad, la mayoría ya tenía un hijo a los 25 años. Pasamos al 2018 y el cambio es brutal, la mayor parte de la población tiene su primer hijo o hija a los 28 años. Esto último representado por el 6% de la población. Si vemos la mayoría, advertimos que no se logra lo mismo que en 1980, donde a los 25 años ya se tenía hijos. Ahora la mayoría tiene hijos alrededor de los 32 años de edad. Este estudio también señala que las mujeres con carreras universitarias tienen en promedio su primer hijo a los 30 años. También se observa que las zonas con poder adquisitivo y desarrollo económico mejor cimentado, son las que tienen hijos a mayor edad. Esta investigación nos muestra cómo ha cambiado nuestra sociedad con relación a la edad de tener hijos y cómo una carrera universitaria afecta la decisión de tener un bebé.


Marcador de riesgo

¿Cuál es el problema con tener hijos más tarde? Radica en problemas de fertilidad o en la infertilidad. Con la edad la fertilidad decrece y, aunque es un problema que afecta tanto a hombres como mujeres, la realidad es que es un mayor problema para la mujer. En el caso del hombre el esperma pierde calidad y cantidad, pero continúa su producción. Sin embargo, para la mujer no es así, ya que su sistema reproductor es más complejo. Las dificultades se focalizan en que el sistema reproductor femenino, al contrario del sistema reproductor masculino, no hace células germinales continuamente. Un hombre produce espermatozoides toda la vida, pero una mujer nace con un número determinado de óvulos. Al nacer, una niña tendrá alrededor de 5 millones de folículos primarios (los folículos primarios evolucionan a óvulos a través de procesos hormonales). Nosotras podríamos pensar que eso es muchísimo, pero la realidad es que para cuando se llega a la menarca (el primer periodo), ya solamente quedan 500 mil, en otras palabras, el 87% de esos posibles óvulos ya no sirven. Aun así, 500 mil es un gran número, pero cuando se llega a los 37 años de edad, quedan 25 mil y para la menopausia, cercana a los 50 años, ya sólo quedan mil. Para conseguir un embarazo natural, la edad pico de fertilidad son los 22 a 23 años y esa edad, para la sociedad de hoy, es casi imposible si se quieren lograr otras metas antes, como la estabilidad económica.


Otro problema que observamos con la fertilidad después de los 35 años, es que hay mayores riesgos tanto para la madre como para el bebé. Con un cuerpo más viejo hay mayores riesgos de enfermedades típicas del embarazo, como la preeclampsia y eclampsia, donde aumenta la presión arterial de forma grave y se ponen en riesgo ambos, mamá y bebé. Dado que el esperma es de menor calidad en parejas con más edad, hay mayores riesgos de aberraciones genéticas, que se traducen en hijos con enfermedades genéticas, como síndrome de Down, donde hay un número incorrecto de cromosomas. También son más comunes los abortos, ya que con errores genéticos es más probable que el producto se aborte espontaneamente. Tal vez te preguntes si todo está perdido y la respuesta es no. Ahora existe la fertilización in vitro (puedes leer más aquí) y con un análisis genético preimplantacional, como el que se realiza en Nanolab (puedes leer sobre estos análisis en este enlace), se puede saber qué embrión está sano para que sea el implantado y tengas un hijo sin alteraciones genéticas y lo más sano posible. Tal como evolucionó la sociedad, evolucionó nuestra habilidad para sortear los problemas de infertilidad.



Mama tomando las manos de su bebé y formando un corazón


Referencias

Behjati-Ardakani, Z., Navabakhsh, M., & Hosseini, S. H. (2017). Sociological Study on the Transformation of Fertility and Childbearing Concept in Iran. Journal of reproduction & infertility, 18(1), 153–161.

Bui , Q., & Miller, C. (2018, August 4). The Age That Women Have Babies: How a Gap Divides America. New York Times .

George, K., & Kamath, M. S. (2010). Fertility and age. Journal of human reproductive sciences, 3(3), 121–123. https://doi.org/10.4103/0974-1208.74152

Jensen RE, Martins N, Parks MM. Public Perception of Female Fertility: Initial Fertility, Peak Fertility, and Age-Related Infertility Among U.S. Adults. Arch Sex Behav. 2018 Jul;47(5):1507-1516. doi: 10.1007/s10508-018-1197-4. Epub 2018 Mar 26. PMID: 29582267.

Sharma, R., Biedenharn, K. R., Fedor, J. M., & Agarwal, A. (2013). Lifestyle factors and reproductive health: taking control of your fertility. Reproductive biology and endocrinology : RB&E, 11, 66. https://doi.org/10.1186/1477-7827-11-66

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